Imaginemos la siguiente situación: estás sentado tranquilamente en la sala de ordenadores de tu lugar de trabajo cuando de repente se incendia una unidad central. Se trata de un fenómeno menos raro de lo que se podría pensar, ya que puede ocurrir en caso de sobrecalentamiento durante el verano. Pero, ¿cómo se puede actuar eficazmente sin dañar los aparatos eléctricos circundantes en este caso concreto? Veamos juntos qué extintores son los más adecuados para incendios eléctricos.
El extintor de CO2
Si le pregunta a un profesional qué extintor es el más adecuado para un incendio eléctrico, es muy probable que le mencione el extintor de CO2. De hecho, es muy eficaz contra este tipo de fuego, porque lo extingue privando a las llamas de oxígeno, sin dejar residuos. Esta última aclaración es importante ya que ayuda a evitar mayores daños a equipos sensibles como servidores u ordenadores. Recuerda que el CO2 no es conductor, lo que elimina el riesgo de electrocución durante su uso.
Sin embargo, no se debe descuidar el riesgo de asfixia. Por este motivo, si utilizas este tipo de extintor en una sala de ordenadores, tendrás que acordarte de abrir las ventanas rápidamente. ¡Usted ha sido advertido!
El extintor de polvo no conductor.
Estos extintores utilizan un polvo químico seco que no conduce electricidad como el CO2. Se pueden utilizar en un hogar para combatir diferentes tipos de incendios y esto, por supuesto, incluye los incendios eléctricos. Y como el polvo no es comparable a un gas nocivo, a priori no existe riesgo de asfixia.
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Sin embargo, suponen un defecto más o menos molesto: dejan residuos que pueden resultar perjudiciales para determinados equipos electrónicos sensibles. Esto explica por qué son menos favorecidos cuando se trata de servidores y otros equipos informáticos valiosos. En cualquier caso, son menos dañinos que los extintores de agua, que pueden provocar cortocircuitos.
