La medida adoptada por el Reino Unido es recibida favorablemente en Francia. Durante la noche del 22 al 23 de abril, el Parlamento británico validó un proyecto de ley que autoriza la expulsión a Ruanda de los solicitantes de asilo que hayan entrado ilegalmente en su territorio, sin distinción de su país de origen. Una encuesta de CSA para CNews, Europe 1 y JDD revela que el 67% de los franceses están a favor de adoptar una política similar en Francia, mientras que el 32% la considera inapropiada y el 1% permanece indeciso.
Dependiendo de la orientación política de los encuestados, los simpatizantes de derecha se muestran más abiertos a esta idea. Así, el 94% de las personas cercanas a la Agrupación Nacional están a favor. Entre los partidarios republicanos, la aprobación llega al 88%, mientras que el 67% de los partidarios del Renacimiento apoyan la idea de deportar a los inmigrantes ilegales a un tercer país, siguiendo el ejemplo del Reino Unido con Ruanda.
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En la izquierda, el apoyo es mucho menos marcado. Sólo el 34% de los partidarios de La France insoumise aprueba una política similar a la del Reino Unido, mientras que el 66% se opone. En cuanto a los encuestados afiliados al Partido Socialista, el 43% apoya la expulsión de los inmigrantes ilegales en Francia a un país específico. Una proporción similar se encuentra entre los partidarios de Los Verdes: el 42% expresa su acuerdo.
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En términos de diferencias generacionales, son bastante sutiles. Los jóvenes de 18 a 24 años muestran un apoyo mayoritario (62%) a este tipo de expulsión, casi similar al de los jóvenes de 25 a 34 años (63%). Esta proporción aumenta ligeramente hasta el 68% entre quienes tienen entre 35 y 49 años y alcanza un máximo del 73% entre quienes tienen entre 50 y 64 años.
En cuanto a las variaciones por género y clase social, son casi inexistentes. Los encuestados, ya sean de categorías socioprofesionales superiores (CSP+), inferiores (CSP-) o inactivos, muestran un consenso del 67% a favor de la expulsión a un tercer país de los inmigrantes en situación irregular en Francia. Asimismo, el 66% de los hombres y el 68% de las mujeres están a favor de esta medida, con un pequeño 1% de los hombres que no se posicionan.
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Presentado hace dos años por el gobierno conservador de Rishi Sunak, el proyecto de ley es una iniciativa clave en su estrategia para combatir la inmigración ilegal. El 22 de abril, Rishi Sunak dijo que su administración estaba “lista” para comenzar las deportaciones de solicitantes de asilo a Ruanda dentro de diez a doce semanas de la aprobación de la ley, diciendo que “ningún tribunal extranjero nos impedirá despegar los aviones”.
Sin embargo, esta medida generó duras críticas por parte de Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, quien la consideró contraria a principios esenciales de los derechos humanos. También lo cuestionan varias organizaciones británicas que apoyan a los inmigrantes, varias figuras de la clase política, en particular la oposición laborista, e incluso el líder de la Iglesia Anglicana que ha expresado su oposición.
