Donald Trump y Kamala Harris continúan haciendo campaña en una carrera reñida, y ambos realizan grandes mítines en estados indecisos para tratar de obtener una ventaja.
Trump continúa con sus diatribas racistas contra los inmigrantes, a quienes llama “Asesinos despiadados”y sus viciosos insultos contra la Sra. Harris, a quien ahora llama“discapacitado mental”. Trump acusó a los inmigrantes, liberados de prisiones y hospitales psiquiátricos de otros países, de ser responsables de una invasión a Estados Unidos que “envenenó nuestra sangre” y destruyó la economía, quitó los empleos a los estadounidenses negros y latinos. “Y si lo piensas bien”dicho Trump, “Sólo una persona con discapacidad mental podría haber permitido que nuestro país llegara a este punto”.
Una posición demócrata muy dura sobre la inmigración
Harris, que se siente vulnerable en el tema de la inmigración, viajó a la frontera sur adoptando la postura más dura jamás adoptada por un demócrata. “Estados Unidos es una nación soberana y creo que tenemos el deber de establecer reglas en nuestra frontera y hacerlas cumplir. “, dijo. Ha pedido más jueces de inmigración, más agentes de la Patrulla Fronteriza, nuevos sistemas de inspección para detectar el fentanilo, una reforma del sistema de asilo y promociona su trayectoria en el procesamiento de cárteles de la droga y la trata de personas como fiscal general de California.
Sin embargo, su enfoque sigue siendo más humano que el de Trump. Ella condenó a este último, diciendo que había “quitaron a los niños pequeños de los brazos de sus madres” y “pusieron a los niños en jaulas”. Ella dijo: “Debemos reformar nuestro sistema de inmigración para garantizar que funcione de manera ordenada, sea humano y fortalezca a nuestro país. »
Trump llamó “mierda” Comentarios de K. Harris sobre seguridad fronteriza y reforma migratoria.
Los trabajadores en huelga quieren aumentos salariales
A medida que continúa la campaña presidencial, aumentan las huelgas y manifestaciones contra Israel. En Boeing, en el estado de Washington, 33.000 miembros del sindicato Asociación Internacional de Maquinistas (IAM) siguen en huelga, exigiendo, en particular, un aumento salarial del 40%. La huelga le ha costado a la empresa mil millones de dólares hasta el momento y los trabajadores no han cobrado desde que comenzó la huelga el 13 de septiembre. La empresa aumentó su propuesta salarial del 25% al 30% en cuatro años, lo que todavía está lejos de la demanda de los trabajadores.
Mientras tanto, 25.000 trabajadores portuarios de la Costa Este y del Golfo de México, miembros de la Asociación Internacional de Estibadores (ILA), se están preparando para una huelga el 1 de octubre para exigir salarios más altos. Si se retiran, será la primera huelga de este tipo desde 1977. Si bien los trabajadores portuarios de la costa oeste pertenecen al ILWU (Sindicato Internacional de Estibadores y Almacenes), anteriormente dirigido por comunistas, y tienen una larga historia de huelgas militantes, la ILA es bastante diferente. La ILA estaba dominada por la mafia y ese legado continúa. Uno de sus gerentes recibe un salario de más de 500.000 dólares al año.
Los miembros de ILA actualmente ganan $39 por hora después de seis años de empleo, mientras que los miembros de ILWU en la costa oeste ganan $54,85 por hora. Suponiendo una semana laboral de 40 horas, los trabajadores portuarios de la costa oeste ganan más de 116.000 dólares al año, en comparación con los 81.000 dólares de los de la costa este y el Golfo de México. La ILA empezó pidiendo un aumento del 77%. El gobierno estadounidense tiene autoridad para intervenir en la huelga, pero Joe Biden ha dicho que no lo hará.
El apoyo democrático a Israel es un problema
Mientras tanto, continúan las protestas contra las guerras de Israel en Gaza y ahora en el Líbano. Miles de personas se manifestaron en Nueva York, marcharon por Manhattan y protestaron frente a las Naciones Unidas contra el Primer Ministro Benjamín Netanyahu, que había venido a hablar allí. Organizada por Jewish Voice for Peace y Not in Our Name, entre otros, la manifestación llevaba pancartas que decían: “No votar por el genocidio”. En un mitin bajo la lluvia, un orador dijo: “Dejen de matar niños, pongan fin a la guerra, firmen el acuerdo, traigan a los rehenes a casa”; “No hay una solución militar”.
El terrorismo israelí, las explosiones de teléfonos móviles, buscapersonas y walkie-talkies, los intensos bombardeos del Líbano y el asesinato de Hassan Nasrallah provocarán nuevas protestas. Todo esto plantea un problema para Harris, quien, sin embargo, sigue apoyando a Israel.
En La Botz, traducido por Henri Wilno
