El cambio de gobierno no habrá tenido repercusión en la calle de Valois. Rachida Dati, que quiere conquistar París en 2026, fue reelegida el sábado al frente del Ministerio de Cultura en el equipo de Michel Barnier.
Antes de la dimisión del gobierno de Attal, la que era una de las ministras más populares contaba con importantes reformas para apoyar su candidatura a la alcaldía de París, que “siempre tuvo en mente”, según su entorno.
Un presupuesto en disminución
Sin embargo, debido a las restricciones presupuestarias y legislativas previstas, la mayoría de los anuncios y proyectos lanzados con gran bombo y platillo no han visto la luz, como la fusión de la radiodifusión pública. “Nunca se arrepiente, quería actuar”, respondió el entorno de la alcaldesa del distrito 7 de París este verano.
La ex ministra de Justicia, que en 2007 Nicolas Sarkozy puso en el centro de la escena política, pudo contar con su credo antiélites para cambiar las cosas. Sin embargo, no logró proteger el presupuesto de su ministerio, que se redujo en 204 millones de euros en el marco del plan de ahorro de 10.000 millones del gobierno, después de cinco años de aumentos. Y las perspectivas para 2025 no parecen mejores: el presupuesto de cultura se mantendría estable en términos absolutos y, por lo tanto, disminuiría, teniendo en cuenta la inflación.
También había hecho de la fusión de la radiodifusión pública su tema favorito, para que el conjunto fuera “más potente, más eficaz”, como una especie de “BBC francesa”. Pero esta reforma, prevista para 2026, se topó con una huelga y un aplazamiento del examen del proyecto de ley en la Asamblea, mientras que la cuestión de la financiación sigue sin resolverse desde que se puso fin al canon en 2022.
Un puesto que se mantiene a pesar de la acusación
Rachida Dati, que se siente tan cómoda en una cuchillería de Dordoña como junto a Kevin Costner en el Festival de Cannes, se lanza rápidamente a donde nadie la esperaba: lanza una consulta nacional para promover el acceso a la cultura en las zonas rurales. A esto le sigue un plan, “completado desde mayo” y presentado in extremis el 11 de julio, que prevé un presupuesto de 98 millones de euros en tres años, de los cuales 18 millones adquiridos para la primera fase a partir de 2024. Su objetivo es simplificar la búsqueda de financiación gracias a una “ventanilla única” y aborda el Pase Cultura, destinado a los jóvenes de 15 a 18 años, que quiere ampliar. También promete bibliotecas en las viviendas sociales y apuesta por el hip-hop.
Con París en la mira, Rachida Dati salva así su puesto en el gobierno. Aunque está inculpada desde julio de 2021 por “corrupción” y “tráfico de influencias pasivo por parte de una persona que ostenta un mandato público electivo” en la investigación sobre los contratos celebrados por una filial de Renault-Nissan cuando Carlos Ghosn era su director general, habrá podido conservar este verdadero trampolín para intentar arrebatarle el escaño a Anne Hidalgo en 2026.
