Recuperar el control del dinero. Extractos del discurso de Fabien Roussel.

Recuperar el control del dinero. Extractos del discurso de Fabien Roussel.
Recuperar el control del dinero. Extractos del discurso de Fabien Roussel.
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Publicado el 18 de septiembre de 2024

[…] Y primero hablaremos de dinero. Y nos responderán “deuda”, “déficit”, “3%”.

Hablemos de dinero, ¡a los comunistas les encanta! Hablemos de toda esa riqueza creada por el mundo del trabajo, de los dividendos, del BCE, de las grandes fortunas. Esa riqueza que fluye en abundancia para los primeros, pero que nunca llega a los demás.

Al señor Barnier, ministro de Sarkozy, quisiera recordarle que, bajo este gobierno, en 2007, los 500 más ricos de Francia tenían un patrimonio de 270.000 millones de euros, lo que representaba el 14% del PIB. Cinco años después, ¡ya habían ganado 50.000 millones más! Hoy, quince años después, ¡su patrimonio asciende a 1.200.000 millones! ¡Es decir, el 41% del PIB!

Amigos míos, camaradas, esto es lo que tenemos que afrontar, es el corazón del sistema. Recuperemos el control de este dinero, de nuestra riqueza, de nuestras herramientas de trabajo. Acabemos con la dictadura de las finanzas. Y para ello, pongamos en el poder la unión de la izquierda y de los días felices. 1.200 mil millones en manos de 500 familias… De todos modos, debe haber grandes cantidades de dinero en su castillo. Voy a hablar de ello con Marine Tondelier… ¡Unidos contra las grandes cantidades de dinero! ¡Eso podría dar lugar a grandes manifestaciones frente a los bancos! ¡Pero nada de ZAD!

Queremos un banco público, al servicio de la nación, que preste a tipos de interés cero o negativos, con criterios fijados democráticamente, para financiar la transición ecológica, los servicios públicos, nuestros municipios y la reindustrialización del país. Queremos recuperar el poder sobre el dinero, sobre la riqueza que creamos. Hay 3 billones de euros de dinero en los bancos. Hubo más de 4 billones de euros creados por el BCE, distribuidos a los bancos y tan mal utilizados por Emmanuel Macron.

La gran batalla que hay que librar es poner estas sumas colosales al servicio del interés general, del clima, de los servicios públicos, de la industria. Es posible. Es una cuestión de voluntad política. Porque queremos vivir en una Francia que se ocupe de todos, que se ocupe de sus niños y de sus mayores, que encuentre una industria al servicio de la nación, una Francia que garantice que cada uno pueda vivir de su trabajo.

Queremos construir escuelas, universidades, maternidades, guarderías, hospitales, comisarías de policía y todos los agentes de servicios públicos necesarios para que puedan vivir. Queremos revitalizar la vivienda, garantizar un techo para todos. Queremos poner en marcha estas grandes obras para desarrollar el ferrocarril, el río y duplicar la producción eléctrica en Francia. Tal y como proponemos en nuestro Plan Clima para Francia “Huella 2050”.

Queremos formar, construir, reconstruir, producir, crear riqueza, financiar la protección social, salvar la biodiversidad y cumplir nuestros compromisos climáticos.
No serán los bancos, ni mucho menos los comerciantes, quienes salvarán a Francia, sino los profesores, los cuidadores, los ferroviarios, los especialistas en energía, los investigadores, los ingenieros. Y es con ellos con quienes lo haremos.

Queremos unos servicios públicos bellos y excelentes, porque es la manera más eficaz de garantizar la igualdad de derechos para todos y en todas partes. El acceso a la salud, a la educación, a la energía, al transporte, a la vivienda, es esencial. Por eso el dinero es esencial para construir esta República de los servicios públicos.

También queremos encontrar una industria que sirva a la nación y no a los accionistas, en la que cada trabajador, cada ingeniero se sienta respetado, escuchado y participe en las decisiones colectivas.

Me preocupan los trabajadores de las industrias automovilística, química y siderúrgica, que siempre se ven traicionados por los especuladores y los fondos de pensiones que sólo piensan en sus dividendos. También traicionados por estas élites, estos comisarios europeos no electos, estos ministros que los han vendido en el altar de la libre competencia.

Pienso en los trabajadores de Durisotti en Sallaumines. 450 puestos de trabajo amenazados en Pas-de-Calais. Pienso en los trabajadores de MI Francia a los que habéis saludado hace un momento. ¡Junto a ellos, luchemos por nuestras fábricas!

Para nosotros la industria es vida, no podemos dejarla en manos de los mercados financieros.

Defendemos una estrategia industrial para Francia que nos permita producir en Francia lo que consumimos en Francia. No dejemos que los mercados financieros decidan y abramos una nueva era para la industria francesa. ¡La industria es vida!

Ésta es la ambición que queremos compartir para Francia, para todos los franceses.

Hay millones de empleos por crear, hombres y mujeres por formar, en el sector público y privado. Hay tantos jóvenes que sueñan con invertir en su país. Hay tantos empleados dedicados a su profesión que aman lo que hacen. Lo único que les falta es esta gran ambición colectiva, al servicio de todos. Al servicio de los seres humanos y del planeta.

Esto es lo que quiero compartir con vosotros. Permitir que cada uno pueda sentirse orgulloso de su trabajo, poder vivir de él, poder desarrollarse en él, poder proyectarse, evolucionar, compartir su pasión con sus hijos.

En nuestro proyecto para Francia, el trabajo ocupa un lugar central. Le estamos devolviendo todo su sentido y no queremos dejar a nadie atrás. En la Francia del trabajo que queremos construir, cada uno encontrará su lugar, en función de sus competencias y de su experiencia. Queremos un desempleo cero en Francia. La izquierda del trabajo es la que pone este objetivo sobre la mesa: ¡erradicar el desempleo, prohibir el desempleo!

Sí, hay que acabar con el paro con empleos bien remunerados, con un salario mínimo de 2.000 euros brutos, una recuperación de todos los salarios y su indexación a la inflación. ¡Y con trabajadores que participen en las decisiones! Queremos para todos y cada uno un trabajo o una formación y un buen salario para poder vivir de ello.

Queremos una Francia del trabajo.

Artículo publicado en Comunistas, No. 1010, 18 de septiembre de 2024.

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