Washington
cnn
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Los estadounidenses no se han sentido mejor con respecto a la economía en los últimos meses, pero tampoco se han sentido peor. Esto es sorprendente porque los informes decepcionantes sobre la inflación han hecho caer a Wall Street en picada.
La última encuesta de consumidores de la Universidad de Michigan mostró que la confianza se mantuvo en gran medida estable en abril, según una lectura preliminar, bajando a una lectura de 77,9 desde 79,4. El sentimiento está muy por encima de los mínimos históricos observados en el verano de 2022, cuando la inflación alcanzó máximos de 40 años, aunque sigue por debajo de los niveles prepandémicos.
“El sentimiento se movió lateralmente por cuarto mes consecutivo, ya que los consumidores percibieron pocos avances significativos en la economía”, dijo Joanne Hsu, directora de Encuestas de Consumidores de la universidad, en un comunicado.
“En general, los consumidores se reservan su opinión sobre la economía a la luz de las próximas elecciones, que, en opinión de muchos consumidores, podrían tener un impacto sustancial en la trayectoria de la economía”, añadió.
Mientras tanto, las expectativas de los consumidores estadounidenses sobre las tasas de inflación siguen en su mayoría bajo control, y aumentaron sólo ligeramente en abril. A la Reserva Federal le importa si los estadounidenses tienen o no fe en que la inflación eventualmente regresará a los niveles a los que están acostumbrados. Aún así, las lecturas de inflación más firmes de lo esperado tuvieron cierto impacto en las percepciones de los estadounidenses, aunque modesto.
“La mayor insatisfacción con el ritmo de la desinflación afectó las evaluaciones de los consumidores sobre las condiciones económicas actuales y futuras. Esto se debe en parte al aumento de los precios de la gasolina, pero también al progreso más lento en general, como se ve en los recientes informes del IPC”, dijo Oren Klachkin, economista de mercados financieros de Nationwide, en una nota el viernes.
A finales del año pasado, los inversores tenían muchas esperanzas de que la Reserva Federal acabaría recortando los tipos hasta seis veces en 2024, a partir de marzo. Luego, el índice de precios al consumidor de enero fue más alto de lo esperado, lo que provocó una liquidación esa semana y hizo retroceder las expectativas del mercado sobre el primer recorte de tasas.
Lo mismo ocurrió con el IPC de febrero. Luego volvió a suceder esta semana con el informe de marzo. Los precios al consumidor fueron un 3,5% más altos en marzo que el año anterior, un aumento mucho mayor que el 3,2% de febrero y por encima de lo que pronosticaban los economistas. Mensualmente, los precios al consumo aumentaron un 0,4%, también por encima de las expectativas.
Eso se siente como un escalofrío en la columna de Wall Street. Las acciones cayeron bruscamente después de que se publicó el IPC de marzo el miércoles, ya que los rendimientos de los bonos se dispararon al nivel más alto desde noviembre. Los principales bancos de Wall Street también recalibraron sus previsiones sobre recortes de tipos.
Goldman Sachs estima ahora que el primer recorte de tipos se producirá en julio, en lugar de junio; y Bank of America ahora espera el primer recorte en diciembre en lugar de junio.
“Seguimos esperando recortes a un ritmo trimestral después de eso, lo que ahora implica dos recortes en 2024 en julio y noviembre”, dijo en una nota el economista jefe de Goldman Sachs, Jan Hatzius.
Los estadounidenses comunes, por otra parte, no se han preocupado de que el progreso en materia de inflación pueda estancarse. Aún así, tampoco se sienten más animados al respecto.
Los estados de ánimo pesimistas sobre la economía han sido un dolor de cabeza persistente para el presidente Joe Biden mientras hace campaña para la reelección. Biden está preparando un recorrido de campaña por Pensilvania la próxima semana para exponer a los votantes cómo planea abordar los problemas económicos.
Biden inicia su gira por el estado el martes con un importante discurso sobre la economía en su ciudad natal de Scranton, Pensilvania, dijeron funcionarios de campaña a CNN.
“El discurso nos llevará a casa con una simple pregunta: ¿Cree usted que el código tributario debería funcionar para los ricos o para la clase media?” dijo un funcionario de campaña a CNN. “El presidente ha dejado claro cuál cree que es la respuesta, y también lo ha hecho Donald Trump”.
