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“El 10 de abril, nuestro padre, Orenthal James Simpson, sucumbió a su batalla contra el cáncer. Estaba rodeado de sus hijos y nietos.“. Con estas palabras se anunció en Twitter la muerte del deportista de 76 años, este jueves 11 de abril. Muy conocido en Estados Unidos por su carrera en el fútbol americano, se había hablado especialmente de él durante su juicio, apodado el “Juicio del Siglo”, en los años 1990.
Extremadamente popular en los años 1970 por su talento deportivo, vio estallar el escándalo el 12 de junio de 1994, cuando su ex esposa Nicole Brown fue encontrada muerta en Los Ángeles. Ronald Goldman, amigo de la fallecida, también fue brutalmente asesinado en la casa de esta última, donde dormían los dos hijos del matrimonio de la joven y OJ Simpson.
Rápidamente, la policía encontró un guante ensangrentado en la casa de Nicole Brown y su gemelo igualmente ensangrentado en la casa de OJ Simpson. En su domicilio también se encontraron rastros de sangre. Detenido, fue liberado durante el funeral de su expareja, contra la que había admitido violencia doméstica.
El 17 de junio, pocas horas antes de ser detenido por la policía, huyó de su famoso abogado, Robert Kardashian (también fue acusado de un romance con Kris Jenner). Después de una persecución en coche filmada en directo por televisión y vista por 95 millones de estadounidenses, finalmente fue arrestado y encarcelado. Su juicio, que durará varios años, comienza en un contexto tenso, en particular por el racismo latente en la policía de Los Ángeles, que será demostrado por sus abogados.
Preocupaciones legales y cáncer
Poco a poco, la opinión pública, apasionada por su juicio, acabó apoyándole y fue declarado inocente de todos los cargos que se le imputaban. Sin embargo, en 1997 fue declarado culpable en un proceso civil y tuvo que pagar más de 30 millones de dólares a cada familia.
En los últimos años, el deportista se había topado con otros problemas legales graves: arrestado varias veces, en particular por posesión de drogas, fue declarado culpable en 2008 de haber atacado a punta de pistola a un corredor de bolsa en Las Vegas. Condenado a 33 años de prisión, finalmente cumplió nueve años y finalmente fue liberado en 2017.
Desde entonces, había vuelto a caer en un relativo anonimato y pasó los últimos años de su vida luchando contra el cáncer que se lo llevó. Deja cuatro hijos: Arnelle (56 años), Jason (54 años), nacido de su primer matrimonio con Marguerite Whitley y Sydney (39 años) y Jason (36 años), de su unión con Nicole Brown. Su hija Aaren, nacida en 1977, se ahogó dos años después.
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