Después de la proyección, se produjo un vibrante intercambio entre el público, el director y el arriero Cédric Laudren, de “Mules de Soula”. La velada fue muy popular. El público acudió en gran número, más de cincuenta personas. Hubo un intercambio muy agradable: “Un documental inusual, con un blanco y negro evocador, casi sin diálogo, que revela una visión profundamente artística y personal”, comenta un espectador. Durante más de un año, Clément acompañó a Cédric y sus mulas por los empinados senderos de Ariège. La película es, por tanto, fruto de este encuentro, “una hermosa experiencia humana”. Clément quiso captar la verdadera complicidad que une al arriero y sus mulas. “Son compañeros de trabajo, forman una unidad inseparable y dinámica”. Capta así la relación tan sensible entre el hombre y sus animales. “Opté por equipos minimalistas y livianos, haciendo de cada sesión de filmación un desafío técnico en sí mismo, con una cámara que pesa menos de un kilo y un micrófono conectado directamente a la cámara. Pero esta necesidad de equipos livianos también planteaba una limitación interesante: la de Mantener el mismo dispositivo fílmico durante todo el rodaje fue como una especie de marco técnico que me impusieron y con el que tuve que adaptarme y reajustarme a lo largo del rodaje , explica el director. El blanco y negro era esencial para impregnar las imágenes de las texturas de la tierra, las montañas y el cielo, una “historia atmosférica”, explica Clément que “quiere trabajar las sensaciones” y mostrar la escucha y la mirada, el viaje con las mulas. “A pesar del calor del verano y del clima invernal, no encontré ningún problema importante”. La película ilustra bien este trabajo, a veces peligroso, que pone en peligro a hombres y animales. Las Mulas Soula aseguran el transporte de cargas en zonas inaccesibles, apoyan a los pastores en los pastos de verano, la tala de árboles en invierno y la construcción de parques. Por su parte, el arriero se tomó su tiempo para este encuentro entre dos viajes con sus mulas: “Es hora de calmarse y partimos con Clément Herbert para la primera proyección pública en Dun. Las discusiones al final de la sesión son agradables. y positivo. Es agradable.” Pero para él el trabajo se reanuda con vallas y también “con la cabeza llena de proyectos de mulas”. Clément también es fotógrafo: “Donde la luz está abismada”, exposición de sus fotografías en la mediateca de La Bastide-de-Sérou hasta el 30 de noviembre y proyección de la película “Par la Crête” en Engomer.
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