Enterrar madera muerta en cementerios gigantes. Ésta es la sorprendente idea que detallan los investigadores en un artículo publicado el 26 de septiembre en la revista Science. El descubrimiento de un tocón de madera flotante enterrado hace casi 4.000 años proporcionaría pruebas clave a favor de este método que, según el estudio, atraparía carbono y reduciría así las emisiones de gases de efecto invernadero, informa LiveScience.
Compensación de las emisiones de combustibles fósiles
Al absorber el carbono atmosférico, las plantas eliminan miles de millones de toneladas de dióxido de carbono cada año. Pero gran parte regresa rápidamente a la atmósfera cuando las plantas o los árboles se descomponen o se queman, recuerda Live Science.
El tocón fue encontrado en Saint-Pie, Quebec, en 2013, bajo dos metros de arcilla azul cerca del lecho de un arroyo. Desde entonces, sus análisis han permitido determinar su datación (3.775 años), su origen (proviene de un enebro de Virginia (Juniperus virginiana)), pero también su contenido de carbono: contenía alrededor de un 5% menos de carbono que un tronco moderno de la misma especie de árbol. , lo que sugiere que había retenido la mayor parte del carbono extraído de la atmósfera durante su vida.
Si bien los investigadores señalan que el entorno en el que creció el antiguo árbol puede haber influido en la tasa de carbono registrada, creen que estos resultados constituyen una prueba a favor de la técnica de “Bóvedas de madera”, consistente en enterrar la biomasa leñosa bajo una capa de suelo arcilloso para evitar que libere a la atmósfera el carbono absorbido. Los autores del estudio estiman que enterrar árboles a gran escala podría compensar casi un tercio de nuestras emisiones anuales de combustibles fósiles, informa Live Science.
Una estructura celular “casi intacta”
Según el estudio, si el tronco hubiera permanecido en la superficie en lugar de haber sido enterrado, los hongos y otros organismos habrían provocado su descomposición. Pero los sedimentos arcillosos y el bajo nivel de oxígeno de su entorno durante casi 4.000 años habrían permitido preservar la madera limitando el crecimiento de todos los microorganismos que normalmente habrían facilitado su descomposición.
“La estructura celular está casi intacta”, Ning Zeng, investigador principal del estudio y climatólogo de la Universidad de Maryland en Estados Unidos, dijo a WordsSideKick.com. Según él, este baúl “es un único dato”: “Te dice: si entierras madera en estas condiciones, funcionará. Entonces es un punto de datos muy crítico. Es realmente aplicable de inmediato”.
la técnica de “Bóvedas de madera” Depende de la capacidad de las plantas para absorber carbono. Ning Zeng, propietario de una empresa que pretende comercializar esta tecnología, publicó sus primeros trabajos sobre el tema en 2008. Según el investigador, como los suelos arcillosos están muy extendidos, esta técnica sería relativamente fácil de implementar. Explica también que los terrenos utilizados podrían reasignarse a la agricultura, una vez enterrado el bosque. Esta técnica también podría extenderse a plantas de rápido crecimiento.
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