La era de las aplicaciones de citas, que han revolucionado la búsqueda del alma gemela en los últimos diez años, parece estar estancada. Entre la desilusión y la fatiga digital, un número creciente de usuarios se alejan en busca de interacciones más auténticas. Este fenómeno, llamado fatiga en las citas, refleja un hartazgo general de las plataformas que a menudo se perciben como consumidoras de tiempo, superficiales y deshumanizantes.
Apps, un espejo de la sociedad
Los testimonios no paran de llegar, sobre todo en TikTok, donde muchos usuarios comparten su hastío. Lejos de responder a su búsqueda romántica, el aplicaciones de citas como Tinder, Bumble o Happn a menudo resultan ser espejos de aumento de fallas sociales. El acoso, las imágenes fantasma e incluso los bombardeos amorosos son algo común, lo que refuerza un sentimiento de desencanto. Un estudio reciente demostró que el 44% de los franceses se declaran insatisfechos con estas plataformas. Sólo el 20% de los solteros todavía planea utilizarlos para encontrar pareja. Según algunos, el modelo mismo de aplicaciones amplifica los comportamientos consumistas en las relaciones. Las interacciones allí a menudo se comparan con una “catalogar”donde pasamos de una persona a otra ante la más mínima decepción.
Peso emocional y “agotamiento amoroso”
El uso de estos sitios de citas requiere una importante inversión emocional. Crear un perfil atractivo, iniciar y mantener una conversación y concertar reuniones puede resultar rápidamente agotador. Además, los esfuerzos no siempre dan los resultados esperados. Este agotamiento de las citas empuja a muchos usuarios a desinstalarlos aplicacionesa menudo después de una serie de decepciones.
ver un “relación” desmoronarse después de una cita después de haber pasado semanas hablando es confuso, como confirma un ex usuario de Tinder. Estas desilusiones se ven agravadas por la deshumanización inducida por las pantallas, donde la imaginación amplifica las expectativas, provocando encuentros a veces decepcionantes.
Un regreso a la “vida real”
Ante este cansancio generalizado, muchas personas aspiran a volver a los encuentros espontáneos. Estas interacciones casuales, aunque más raras, se perciben como más auténticas. Sin embargo, esta elección no es universal. Algunas personas, debido a limitaciones geográficas o sociales, siguen considerando estas plataformas como su principal medio para establecer relaciones. Pero para una mayoría, el rechazo de aplicaciones simboliza el deseo de encontrar relaciones menos artificiales y más humanas.
Entonces, aunque el aplicaciones de citas no desaparecen inmediatamente, parecen tener que evolucionar para responder a las expectativas de una generación en busca de autenticidad y conexión real.
Fuentes: 20 Minutos, Le Point