Según el estudio “Simulaciones de agentes generativos de 1.000 personas” de la Universidad de Stanford y DeepMind, la IA puede reproducir su personalidad con un 85% de precisión en solo una conversación de dos horas.
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Una IA que reproduce la personalidad humana
El protocolo experimental se basa en más de mil participantes y comienza con la lectura de las primeras líneas de la novela El gran Gatsby como calentamiento para la IA. Luego, los encuestados participan en un diálogo con un personaje 2D que les pregunta sobre su vida, sus creencias, su trabajo y su familia. En promedio, 6.491 palabras escapadas son suficientes para que la IA cree un clon digital.
El clon digital muestra un profundo conocimiento de la IA. Ante tests de personalidad y cuestionarios generosos, hablamos de respuestas similares al modelo humano en el 85% de los casos.
Los investigadores también evaluaron estos clones digitales en juegos como Prisoner’s Dilemma y Dictator Game, que prueban la cooperación, la confianza y el intercambio de recursos. La tasa de precisión es sólo del 60%, pero supera con creces el azar.
Señalemos, sin embargo, que la IA probablemente no engañaría a quienes están cerca del modelo humano, pero su capacidad de reproducción en términos de decisiones, opiniones y particularidades de comportamiento después de una breve entrevista de dos horas sigue siendo impresionante. No hace falta mucho tiempo para comprender una personalidad que tardó años en construirse: tan fascinante como inquietante.
¿Reproducción mediante IA utilizada por estafadores?
La Universidad de Stanford y DeepMind planean utilizar estas IA capaces de reproducir una personalidad para estudios sobre el comportamiento humano colectivo. Por ejemplo, las reacciones de un grupo ante una nueva política sanitaria o la recepción de un cambio radical en el diseño de un producto por parte de los consumidores. Estamos hablando de una especie de grupo de control permanente.
La exactitud de estas copias tras una simple entrevista plantea cuestiones éticas sobre el acceso a datos acumulados durante años: publicaciones en redes sociales, historiales de compras online, listas de reproducción musicales, etc. La IA podría imitarte o predecir tus preferencias, incluso las inconscientes.
También existen riesgos de uso indebido por parte de estafadores y otros actores maliciosos, aunque por el momento la tecnología está en manos de investigadores que la utilizan para aplicaciones en sociología, psicología y economía.