Brasil participa en su producción desde los años 1970 (1970), y la llegada de BP (British Petroleum) más recientemente confirma la seriedad del producto.
BP ha sellado el final de la adquisición de Bunge Bioenergia, empresa brasileña productora de etanol, a finales de 2024, una adquisición iniciada en 2019 con una participación del 50% del capital.
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Brasil produce nada menos que 26 mil millones de litros de etanol cada año. Con esta adquisición, British Petroleum muestra su interés en esta área de producción y refuerza su posición en un país donde el 85% de los vehículos funcionan al menos parcialmente con etanol (algunos ya utilizan E100 con 100% de etanol). Esta adquisición es parte del creciente compromiso de BP con energías renovables y su deseo de reducir su huella de carbono y la de sus productos.
Impresionante capacidad de producción
BP Bunge Bioenergia tiene 11 plantas de producción en Brasil repartidas en 5 regiones. Cada año transforman nada menos que 32 millones de toneladas de caña de azúcar en 1,7 mil millones de litros de etanoltambién 1,7 millones de toneladas de azúcary producir 1400 GWh de electricidad al año gracias a los residuos de producción, la fibra de la caña de azúcar, también llamada bagazo, un círculo virtuoso que va aún más allá.
Importantes beneficios medioambientales
La producción de etanol y azúcar genera otro residuo, la vinaza, una sustancia entre líquido y pasta que contiene suficiente potasio para convertirse en fertilizante para cultivos (caña de azúcar, por ejemplo). Además de estos elementos, el etanol, como biocombustible, produce 70% menos gases de efecto invernadero que sus alternativas fósiles. En definitiva, un producto que contamina menos (mucho menos) y cuyos residuos se pueden valorizar lo convierte en una inversión ideal para un fabricante petroquímico que busque reducir el impacto de sus productos en el medio ambiente.
Una oportunidad económica local
BP Bunge Bioenergia tiene nada menos que 9.000 puestos directos y 4.000 más incluyendo subcontratistas. Con la compra de caña de azúcar, el suministro de electricidad, fertilizantes y combustible a base de etanol, el tejido local brasileño es el primer beneficiario de esta compra que estimula a todo un sector de la economía local. A través de su experiencia, BP llega con normas de seguridad, experiencia técnica y conocimientos que comparte, cuyo primer efecto visible es el aumento del rendimiento de etanol por hectárea de 5.000 a 7.000 litros.
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Este artículo explora alternativas a los combustibles fósiles históricos, en este caso, el etanol y sus subproductos. El etanol tiene la ventaja de poder mezclarse con combustibles tradicionales (los famosos E15, E85), produciendo menos gases de efecto invernadero y subproductos (residuos) que contribuyen a producir electricidad verde y fertilizantes para los cultivos. Por lo tanto, BP, como actor global de combustibles, no invirtió en Brasil por casualidad.
Fuente: BP