1. Neolita: residuos transformados en materiales de construcción
Bajo la dirección de William Cruaud, Nicolas Cruaud y Clément Bénassy, Néolithe, establecida en Chalonnes-sur-Loire, en el departamento de Maine-et-Loire, ha desarrollado una tecnología patentada. La empresa recoge residuos que muchos consideran insolubles y no reciclables. Gracias a su proceso de “fosilización”, esta start-up transforma residuos industriales en áridos destinados a la construcción. Los residuos se muelen finamente para obtener un polvo llamado fosilizado. Este polvo, combinado con agua y aglutinantes minerales, se solidifica sin emisiones de CO₂ ni calor.
Al final del proceso, los agregados se denominan “antropocites”. Sus propiedades físicas son comparables a las de los áridos de cantera tradicionales y reutilizables en la construcción. Este proceso destaca por su reducido impacto ambiental y evita el vertido o incineración de residuos. A finales de 2023, la start-up recaudó 60 millones de euros para acelerar el despliegue de fosilizadores capaces de procesar hasta 100.000 toneladas de residuos al año. Garantía de un futuro brillante, Néolithe recibió el premio Coup de Cœur del Trofeo Future Unicorns en septiembre de 2024.
2. DualSun: optimiza la energía solar para obtener la máxima eficiencia
DualSun innova en el sector de la energía solar con sus paneles híbridos, capaces de producir tanto electricidad como agua caliente. Este doble uso permite maximizar el aprovechamiento de las superficies disponibles, especialmente en las cubiertas de edificios residenciales o comerciales. De este modo se multiplica la eficiencia energética.
Combinando estos dos tipos de energía, DualSun responde a la emergencia climática promoviendo una mayor autonomía energética de los edificios. Esta solución es especialmente adecuada para zonas densamente pobladas, donde el espacio para instalar paneles solares suele ser limitado. En 2023, DualSun ha equipado más de 5.000 edificios en Francia e internacionalmente, y sus paneles ofrecen hasta un 60% más de eficiencia que los paneles tradicionales. La startup se ha consolidado como un actor importante en la innovación solar, ofreciendo soluciones sostenibles y eficientes para particulares y profesionales.
3. Bump: la movilidad eléctrica al alcance
Fundada en 2020 por François Oudot, Bump, con sede en París, aborda un gran desafío de la transición ecológica: el despliegue masivo de estaciones de carga para vehículos eléctricos. Ante la explosión de la demanda de infraestructuras, Bump se centra en la instalación de terminales rápidas y eficientes en zonas urbanas y para empresas, con el fin de facilitar la transición hacia una movilidad más limpia.
Bump no sólo proporciona estaciones de carga. Su enfoque incluye un servicio llave en mano, desde la instalación hasta la gestión de terminales para empresas, optimizando así el uso de vehículos eléctricos y reduciendo las emisiones de CO₂. La puesta en marcha tiene como objetivo desplegar 25.000 terminales de aquí a 2030, en consonancia con la ley de orientación a la movilidad, para lograr una movilidad sostenible en Francia.
4. Pyxo: acabando con los residuos plásticos
Pyxo es una solución innovadora que lucha contra los residuos plásticos de un solo uso en la industria alimentaria. Con su plataforma tecnológica, ofrece contenedores reutilizables con orugas para restauradores y grandes empresas. Este enfoque tecnológico simplifica el uso de contenedores reutilizables asegurando su devolución y una gestión eficiente.
Pyxo es parte de una lucha global contra la contaminación plástica, al ofrecer una solución que es fácil de usar y escalable. Con una legislación cada vez más estricta contra los plásticos de un solo uso, Pyxo ofrece una respuesta práctica y respetuosa con el medio ambiente. La joven empresa fue seleccionada por French Tech 120 en 2023 por su impacto innovador y su potencial de crecimiento en la lucha contra la contaminación plástica. La startup fue comprada en 2024 por el experto francés en trazabilidad Ubi Solutions.
5. Sweetch Energy: energía osmótica, una revolución en marcha
Fundada por Bruno Mottet, Pascal Le Melinaire y Nicolas Heuzé, Sweetch Energy utiliza una tecnología innovadora basada en la energía osmótica. Este proceso aprovecha la diferencia de salinidad entre el agua dulce y el agua salada para producir electricidad. A diferencia de la solar o la eólica, la energía osmótica es continua, lo que la convierte en una alternativa estable a otras energías renovables.
Esta tecnología tiene el potencial de alterar la producción de energía renovable, particularmente en las regiones costeras. Al capturar una fuente de energía abundante y sin explotar, Sweetch Energy podría convertirse en un actor importante en la transición energética global.
“Creemos firmemente que la energía osmótica puede convertirse en un activo clave en la lucha contra el calentamiento global, porque ofrece una producción estable y renovable sin distorsionar el medio ambiente”, explica Nicolas Heuzé, cofundador.
Sweetch Energy ya ha instalado sus primeras centrales eléctricas y planea producir gigavatios de electricidad verde en los próximos años, sin emisiones de carbono. La empresa cuenta con el apoyo de EDF para el desarrollo de sus plantas osmóticas.