Hace mucho, mucho tiempo, un extraño animal merodeaba por lo que serían las Islas Baleares. Ni completamente reptil ni completamente mamífero, este depredador con dientes de sable llamado “gorgonopsiano” dominaba su ecosistema. Un fósil recién descubierto en Mallorca ofrece una visión mejor que nunca de esta criatura híbrida de 270 millones de años.
La historia de este fósil, destacada por la revista Discover, revela un ejemplar único en su tipo. Exhumado en la isla española, se trata del gorgonopsiano más antiguo jamás encontrado. Este descubrimiento revoluciona nuestra comprensión de estos depredadores, hasta ahora localizados en zonas como Rusia o Sudáfrica.
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Aunque ponía huevos como los reptiles, era de sangre caliente, rasgo típico de los mamíferos, mientras que la forma y posición de sus patas estaba a medio camino entre las de los mamíferos y los reptiles. Con 90 centímetros de largo, parecía un perro sin orejas ni pelaje, pero sus dientes de sable lo convertían en un cazador formidable. Los científicos creen que los mamíferos surgieron de su linaje hace unos 200 millones de años.
Este fósil de gorgonopsiano, que ya era muy inusual por su apariencia divertida, lo es aún más por varias razones. De hecho, hasta ahora no se ha encontrado ningún otro miembro de esta especie en las latitudes relativamente bajas de lo que hoy es Europa. Además, “probablemente sea el gorgonopsiano más antiguo del planeta”afirma Josep Fortuny, investigador del Instituto Catalán de Paleontología (ICP) en Barcelona.
En la época en que vivió este depredador, Mallorca no era una isla sino una parte integral del supercontinente Pangea, situado cerca del ecuador. El clima allí era ecuatorial, alternando estaciones muy secas y muy húmedas. La región albergaba llanuras aluviales salpicadas de estanques temporales a los que acudían a beber varios animales, algunos de los cuales arriesgaban sus vidas frente a los gorgonopsianos.
Pequeño pero formidable
Aunque el gorgonopsiano mallorquín era relativamente pequeño, su velocidad y sus dientes de sable lo convertían en un depredador superior. “Sabemos que es un animal carnívoro, característica que comparten todos los gorgonopsianos del mundoexplica Àngel Galobart, investigador del ICP. Sabretooth es una característica común entre los grandes depredadores en los ecosistemas, y lo que encontramos probablemente fue uno en el entorno en el que vivía”.
Este fósil no sólo altera la ubicación geográfica conocida de esta especie, sino que también proporciona información crucial sobre su diversidad y evolución. Una cosa es segura: en aquella época Mallorca estaba lejos de ser un destino de vacaciones ideal.