El veterano de las carreras liderará el desarrollo de un sistema avanzado de control de dirección para vehículos autónomos.
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El campeón canadiense del DTM, Bruno Spengler, se une a Arnold NextG para desarrollar sistemas de control autónomos
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La unidad de control central NX NextMotion presenta una arquitectura avanzada para el control autónomo de vehículos
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El quebequense aporta dos décadas de experiencia en carreras de automóviles al desarrollo de la conducción autónoma
El campeón de carreras canadiense Bruno Spengler se ha unido a la empresa de tecnología automotriz Arnold NextG para liderar el desarrollo de sistemas de conducción autónoma. El quebequense de 41 años, ex campeón del DTM, actuará como impulsor del desarrollo y embajador de la marca, centrándose en el avanzado programa de tecnología Ride-by-wire de la compañía.
Sistemas de control avanzados en funcionamiento
En el centro de pruebas de Nürburgring, Spengler trabaja con la unidad de control central NX NextMotion, un sofisticado sistema que gestiona simultáneamente todas las funciones primarias y secundarias del vehículo. El sistema registra más de 200 parámetros en tiempo real durante las pruebas, incluido el ángulo de dirección, la aceleración lateral y la presión de los frenos mientras los vehículos circulan por el circuito a velocidades que oscilan entre 250 km/h y 70 km/h.
Esta tecnología se aleja del diseño de vehículos convencionales al reemplazar las columnas de dirección mecánicas tradicionales con sistemas de control digital. NX NextMotion permite nuevas configuraciones interiores y características de seguridad mejoradas esenciales para la conducción autónoma de Nivel 5, donde los vehículos operan sin intervención humana.
“Nuestra tecnología de dirección por cable es verdaderamente revolucionaria”, dijo Kevin Arnold, fundador y director ejecutivo de Arnold NextG. “Con esta innovación, estamos rompiendo una dependencia mecánica de 138 años y allanando el camino para una movilidad totalmente autónoma. »
La arquitectura del sistema admite múltiples dispositivos de entrada, incluidos controles remotos, joysticks y volantes, al tiempo que incorpora tecnología avanzada de retroalimentación de fuerza. Incluye una estimación predictiva de la dinámica de conducción y un cálculo de trayectoria optimizado para el funcionamiento autónomo, respaldado por un seguimiento integral del sistema.
Spengler, que ganó el campeonato DTM en 2012 y representó a Canadá durante toda su carrera deportiva, aporta al proceso de desarrollo más de dos décadas de experiencia en el deporte del motor. “Trabajar en Arnold NextG me brinda la oportunidad de llevar mi pasión por la tecnología y la innovación al siguiente nivel”, dijo. “Conducir por cable es la clave para repensar la movilidad.
El sistema versátil funciona en plataformas de 12 V y 24 V, con fuentes de alimentación de respaldo y gestión de carga integrada. Esta flexibilidad permite a Arnold NextG implementar soluciones personalizadas en diferentes plataformas de vehículos mientras mantiene su posición como desarrollador independiente y proveedor de sistemas en la industria de vehículos autónomos.
Transformando los sistemas de control de vehículos del futuro
En términos prácticos, el trabajo de Arnold NextG y de varias otras empresas significa un cambio fundamental en las operaciones de vehículos. Los automóviles tradicionales dependen de conexiones físicas: un volante conectado mecánicamente a las ruedas, de manera muy similar a como el manillar de una bicicleta está conectado a la rueda delantera. Arnold NextG reemplaza estas conexiones mecánicas con señales digitales, de la misma manera que un controlador de videojuego moderno envía comandos para mover personajes en la pantalla.
Esta transformación hace posible la conducción autónoma y permite el diseño de vehículos completamente nuevos. Los interiores de los automóviles se pueden reinventar sin las limitaciones de una columna de dirección, y los vehículos se pueden controlar de forma remota cuando sea necesario.
Para los conductores cotidianos, esta tecnología promete una mayor seguridad a través de un control más preciso y la capacidad de evitar errores de conducción comunes, al tiempo que sienta las bases para futuros vehículos autónomos.