Par
Marie-Dominique Lacour
Publicado el
2 de diciembre 2024 a las 9:27 am
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¡La grasa es vida! Y es un científico Quién lo dice: Dominique Langin, investigador del I2MC (Instituto de Enfermedades Metabólicas y Cardiovasculares) del Inserm y de la Universidad Paul Sabatier de Toulouse, recuerda que el cuerpo humano “obtiene su energía de las grasas”. “Sólo su exceso es perjudicial”, confirma.
“Grasas buenas” y “grasas malas”
En los seres humanos, la grasa corporal se almacena en tejido graso cual puede ser ropa blanca…o Bruns. Estos últimos, poco conocidos, resultan sin embargo muy útiles, ya que son capaces de producir calor consumiendo la grasa blanca “mala”. ¿Pero cómo logran esto?
Con un equipo tolosano-canadiense, el profesor Langin estudió la cuestión y publicó un artículo el 19 de noviembre en la revista científica Cell Metabolism. Su trabajo abre el camino para el desarrollo de tratamientos para la obesidad.
Una pequeña “fábrica” quemagrasas
El tejido adiposo blanco, la causa de la obesidad, simplemente almacenista gordo. El marrón también contiene grasa pero también es muy numerosa. “mitocondrias”de donde obtiene su color. Está en estos pequeños “fábricas” esa grasa se consume, produciendo calor. “Esto sugiere que activando este sistema podemos perder peso”, afirma el profesor.
Por otro lado, si no entendemos cómo tela marrón quema grasas, “no podremos saber cómo activarla”, indica Dominique Langin. “Toma un coche térmico. El motor está conectado a un tanque de combustible mediante una manguera. Es lo mismo en nuestro celular, tenemos que entender cómo funciona. la fabricapero también cómo llenar el depósito de grasa y activar el sistema”, ilustra.
Un punto en común entre marmotas, recién nacidos y buceadores coreanos
En los mamíferos, la activación de este sistema es “uno de los medios” para regular la temperatura corporal. “Un recién nacido, por ejemplo, que sale repentinamente de un ambiente a 37°, no sabe temblar, que es la principal técnica de calentamiento. Su cuerpo utiliza tela marrón”, explica Dominique Langin.
Después de la hibernación, el marmota, también “reactiva” su sistema para elevar su temperatura, que ha bajado a 6°. Y los ejemplos no terminan ahí. “Las personas que viven en condiciones permanentemente frías también tienen más grasa parda. Por ejemplo, los apneístas coreanos tienen muchos de ellos”, añade el profesor.
Dos factores de reducción del tejido marrón.
Por otro lado, aparte de mejorar tu recuperación muscular, hacer criogenia de vez en cuando no te servirá de nada. “Necesitamos condiciones muy especiales de frío prolongado para esperar ver una diferencia”, añade.
“En los seres humanos, la cantidad de tejido marrón es bastante elevada al nacer. Disminuye casi inexorablemente con la edad y la obesidad”, señala Dominique Langin. El trabajo futuro de su equipo podría centrarse especialmente en esto desaparición tejido marrón a favor de la grasa blanca.
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