¿Mala idea?
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Popularizada en las redes, esta práctica tiene como objetivo desviar nuestro cerebro de placeres inmediatos como Internet, la comida rápida o el porno, para apreciar mejor los placeres simples de la vida cotidiana. Una lógica tan dudosa sobre el papel como inestable en la vida real.
Louis Esquier, un YouTuber profesional orgulloso de sus casi 180.000 suscriptores, ha cambiado por completo su día a día. Como parte de su “desintoxicación de dopamina”, se aisló de las pantallas: no más TikTok, Instagram o Facebook, no más videojuegos y League of LegendsCorto, ciao Internet. Pero eso no es todo. También abandonó la comida rápida y el porno. En cambio, Louis intenta dibujar, levantar pesas en el gimnasio o empezar a leer con la carretera del millonario por MJ DeMarco o ¿Cómo hacer amigos? por Dale Carnegie. Cuando ya no le queda nada que hacer, el joven se queda en la plaza Bellecour de Lyon. “para intentar acercarnos a las mujeres”. Resultado : “No me he dirigido a ninguno de ellos”.
Considerados un fenómeno “milagroso”, los videos que muestran la palabra clave #dopaminedetox han sido vistos más de 87 millones de veces en TikTok. Recientemente, Léna Situations (2,9 millones de suscriptores en YouTube) intentó una variación aislándose parcialmente de las pantallas durante un mes. En resumen, la tendencia es atractiva. Sin embargo, pocas personas parecen entenderlo realmente. No, la dopamina no es la hormona del placer, sino la de la motivación y el aprendizaje.