Como mencionamos anteriormente, el Pixel 8 Pro ofrece una pantalla más grande que su hermano menor. Sin embargo, ambos móviles apuestan por la tecnología Oled complementada con LTPO que permite variar su frecuencia de actualización hasta los 120 Hz.
La definición del 8 Pro es de 2990 x 1344 píxeles para una resolución de 489 ppp, mientras que la del 9 Pro, de 2856 x 1080 píxeles, le permite beneficiarse de una resolución de 496 ppp.
El más reciente de los dos smartphones también gana la batalla de la luminosidad, ya que es capaz de alcanzar 2056 cd/m² según nuestras sondas, mientras que su predecesor no supera los 1563 cd/m² (lo que evidentemente ya es muy bueno). El primero concede algo más del 44% de reflexiones, y el segundo algo más del 45%. Basta decir que el Pixel 9 Pro gana la batalla de la legibilidad hasta el último momento.
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Sin embargo, el punto no le pertenece. El Pixel 8 Pro en realidad se beneficia de una calibración aún mejor controlada con una temperatura de 6715 K en modo natural, así como de un brillo mínimo más bajo. Esto es lo que le permitió ganar esta segunda vuelta.
