(Agencia Ecofin) – Los países en desarrollo, enfrentados a crecientes riesgos climáticos, están luchando por cerrar la brecha de financiación y adaptación, a pesar de los notables avances. Es esencial fortalecer urgentemente los esfuerzos y aumentar la movilización de recursos para enfrentar eficazmente la amenaza.
En 2022, los flujos financieros públicos internacionales dedicados a la adaptación climática y dirigidos a los países en desarrollo alcanzaron los 28 mil millones de dólares, lo que supone un aumento notable respecto a los 22 mil millones del año anterior. Este aumento, el más fuerte registrado desde el Acuerdo de París, refleja los avances en la aplicación del Pacto Climático de Glasgow, pero estos recursos siguen siendo insuficientes en comparación con las inmensas necesidades de estos países.
Así lo indica el Informe sobre la brecha de adaptación 2024 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, publicado en noviembre de 2024. El documento muestra que incluso con este nivel de financiación, sólo se cubriría el 5% del déficit de financiación estimado entre 215 y 387 mil millones de dólares al año. Este déficit crítico ilustra la magnitud de los desafíos financieros que enfrentan los países en desarrollo, en ausencia de datos suficientes sobre las contribuciones nacionales públicas y privadas.
Ante esta brecha, los autores del informe instan a los países en desarrollo a aumentar sus ambiciones en términos de adaptación a los riesgos climáticos y a redoblar sus esfuerzos en la movilización de recursos. Además de los obstáculos financieros, el documento indica que la implementación de Planes Nacionales de Adaptación Climática en los países en desarrollo enfrenta numerosos obstáculos institucionales, regulatorios y técnicos.
Esto también justifica la tendencia oscilante en la financiación movilizada por estos países para la adaptación a los riesgos climáticos. Por ejemplo, la financiación cayó casi 250 millones de dólares en 2023 en comparación con 2022, pero las inversiones hasta agosto de 2024 ya están mostrando signos de recuperación. La información sobre la implementación de acciones de adaptación revela fuertes fluctuaciones anuales, aunque se observa una ligera tendencia al alza en el largo plazo.
Progreso de los proyectos de adaptación apoyados por mecanismos financieros al servicio de la CMNUCC y el Acuerdo de París
Con la aceleración del cambio climático, los países en desarrollo ya no pueden darse el lujo de desacelerar, sugieren los autores, quienes dicen que el camino hacia una adaptación efectiva requiere compromisos financieros más sustanciales, una cooperación internacional fortalecida y una mayor voluntad política.
“Es esencial actuar rápidamente para fortalecer los planes de adaptación, no sólo para abordar los impactos inmediatos, sino también para garantizar que el progreso sea sostenible en el largo plazo”concluye el informe.
Olivier de Souza
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