Practicar un deporte o una actividad de ocio activo es una buena inversión para la salud, pero para algunas personas no está exenta de riesgos. Como prueba, en Quebec, aproximadamente 21 personas mueren cada año por causas naturales mientras practican un deporte o una actividad de ocio, revela un estudio publicado en un número reciente del periódico Revista Canadiense de Cardiología abierta. ¿Las tres actividades que más vidas cobran? Ciclismo, hockey y caza.
Los autores del estudio hacen esta observación tras recopilar datos sobre las muertes, por todas las causas, ocurridas en Quebec durante la práctica de un ocio o un deporte entre enero de 2006 y diciembre de 2019. Estos datos proceden de informes de la oficina forense de Quebec, de informes de autopsias y de informes policiales. . En total, los investigadores contabilizaron 2.234 muertes, de las cuales 297 fueron atribuibles a una causa natural.
“En el 95% de los casos de muerte natural, la causa de la muerte es un problema cardíaco. La hemorragia cerebral viene el día 2.mi muy por detrás, con un 3% de los casos”, señala uno de los autores del estudio, Paul Poirier, cardiólogo del Instituto Universitario de Cardiología y Neumología de Quebec (IUCPQ), profesor de la Facultad de Farmacia de la Universidad Laval y Investigador del Centro de Investigación IUCPQ.
En cifras absolutas, el ciclismo, el hockey y la caza se asocian respectivamente con 61, 26 y 24 muertes por muerte natural durante el periodo estudiado. “Nos sorprendió ver que la caza encabezaba la lista”, admite el profesor Poirier. Por otro lado, si tenemos en cuenta el perfil de los cazadores, que suelen ser hombres de cierta edad y con un riesgo coronario superior a la media, la descarga de adrenalina asociada a la caza y el esfuerzo que deben realizar los cazadores para transportar un alce de 450 kilos , podemos entender por qué esta actividad se asocia con un mayor riesgo de muerte por muerte natural que otros deportes y actividades de ocio”.
Sería un error concluir que el ciclismo, el hockey y la caza son actividades que deben evitarse por el riesgo de muerte natural que conllevan, continúa el cardiólogo. “Muchas más personas mueren de paro cardíaco mientras duermen, están sentadas en una silla o rastrillando. El sedentarismo hace mucho más daño que el ocio y el deporte”.
En el 65% de los casos registrados por los investigadores no había ningún desfibrilador cardíaco cerca. “El uso rápido de un desfibrilador cardíaco triplica el pronóstico de supervivencia sin secuelas neurológicas. Ha habido avances en la implantación de estos dispositivos en Quebec durante la última década, pero aún queda trabajo por hacer, en particular para que estén disponibles allí donde la población practica el ocio y el deporte”.
— Paul Poirier, sobre el tema de la accesibilidad a los desfibriladores cardíacos en lugares públicos
La otra forma de reducir el número de muertes naturales que ocurren durante la práctica de un ocio o deporte sería evaluar mejor a las personas en riesgo, argumentan los autores del estudio. “No estamos hablando de un programa de detección de pared a pared”, explica el profesor Poirier. Por otro lado, las personas que experimentan dolor en el pecho, dificultad respiratoria anormal durante el ejercicio, caída de energía o una reducción inexplicable de sus capacidades físicas no deben dudar en consultar a un profesional de la salud.
Además de Paul Poirier, los firmantes del estudio publicado en el Revista Canadiense de Cardiología abierta son Philippe Richard, de la Dirección de Seguridad en el Ocio y el Deporte del Ministerio de Educación de Quebec, Jérémie Sylvain-Morneau, del Instituto Nacional de Salud Pública de Quebec, Paul-André Perron, de la Oficina Forense de Quebec, y Philippe Joubert, patólogo, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Laval e investigador del Centro de Investigación IUCPQ.