El azul-negro estuvo de moda a mediados de los años 1990, luego nuevamente en los años 2000, Rihanna popularizó este tono en 2007. Katy Perry hizo lo mismo, en la época de “California Gurls”.
Hoy en día, las celebridades están cayendo bajo el hechizo de este color. Mientras que la rapera Megan Thee Stallion prefiere ir a lo seguro optando por una peluca, Camila Mendes, actriz de la serie “Riverdale”, se ha lanzado de lleno a la tendencia.
Desde entonces, hemos aprendido de ello (¿en serio?) y todos sabemos que es mejor dejar esos colores atrevidos en manos de un profesional. Este último aportará profundidad al negro azulado creando en ocasiones reflejos de azul intenso o reflejos azulados para obtener el tono perfecto.
Como podemos ver entre las estrellas, el marrón oscuro es una buena base para la transición al negro azulado. Mucho más radical, la transición del rubio al negro requerirá unos días de aclimatación. El aspecto rápidamente se vuelve extremo, especialmente en pieles claras. En este caso, es necesario confiar en buenos consejos y permitirse unos días de reflexión. Si tienes una tez más oscura y un tono más bien frío, el negro azulado te convendrá.
Si el color inicial de tu cabello era más claro, el negro se desvanecerá rápidamente. Para mantener el color en buen estado durante mucho tiempo, vale la pena invertir en un brillo para el cabello. Este producto aporta un brillo intenso y potencia el color entre las citas con la peluquería. Hay algo aún más sencillo y a la vez más difícil: lavar el pelo con agua fría. Esto preserva el color y añade brillo.