Sabemos qué organismos asombrosos son los hongos. Presentes en todos los nichos ecológicos, son capaces de cooperar y comunicarse químicamente para defenderse o conquistar nuevos entornos, pero también para forjar estrechos vínculos (simbiosis) con otros organismos, ya sean plantas, animales, insectos u otros. microorganismosmicroorganismospara asegurar su propia supervivencia. En definitiva, las setas son las reinas de la adaptación y seguramente todavía estamos lejos de haber desvelado todos sus misterios.
Casi podríamos hablar deinteligenciainteligencia. Y no es el nuevo estudio que acaba de publicarse en la revista Ecología de hongos ¿Quién nos dirá lo contrario? De hecho, investigadores de la Universidad de Tohoku y del Nagaoka College han realizado experimentos sobre la capacidad de los hongos… ¡para tomar decisiones! Y sus resultados son sorprendentes.
Memoria, comunicación, aprendizaje e incluso resolución de problemas, ¡pueden hacerlo todo!
« Te sorprendería saber de qué son capaces los hongos », explica Yu Fukasawa en un comunicado de prensa de la Universidad de Tohoku. “ Tienen memoria, aprenden y son capaces de tomar decisiones. Francamente, las diferencias en cómo resuelven problemas en comparación con los humanos son alucinantes. » Una afirmación casi preocupante que nos sumerge en una universouniverso ciencia ficción. Pero no, todo esto es real.
De hecho, los investigadores han desafiado a los hongos a encontrar la forma más óptima de colonizar un espacio. Para ello, dispusieron una serie de pequeños cubos de madera que contenían micelio en forma de círculo o cruz. Como recordatorio, el micelio representa la parte “germinada” de las esporas. Puede formar redes interconectadas muy grandes dentro de las cuales se comparte información en forma de señal química. Un poco como el neuronasneuronas en nuestros cerebros.
Capacidad de toma de decisiones y organización espacial.
Luego, los científicos observaron el comportamiento de los hongos. Eran posibles dos soluciones: o el micelio se desarrollaba a partir de cada trozo de madera, invadiendo el entorno en todas direcciones desde cada uno de estos puntos, o se desarrollaba siguiendo una organización espacial más compleja.
Y es esta segunda opción la que se observó. En lugar de crecer en todas direcciones, el micelio ha construido una red que conecta los cubos de madera más cercanos antes de partir para colonizar el mundo en puntos específicos. Por ejemplo, para la configuración circular, ningún filamento pasa por el centro. Los investigadores explican esta observación con la hipótesis de que los hongos no tendrían ningún interés en colonizar un espacio pequeño y ya cerrado. De hecho, la red de micelio siempre se extiende hacia afuera del patrón definido por los cubos. Estos sorprendentes resultados resaltan la capacidad de estos microorganismos para comunicarse a través de toda la red y definir la estrategia de colonización más óptima posible.
Para los investigadores, está claro que nuestra comprensión del mundo micológico está todavía excesivamente fragmentada y que estos organismos, ni vegetales ni animales, todavía poseen recursos insospechados. ¡Algo en qué pensar durante una excursión de recolección!