(AFP) – Con generadores de imágenes y agentes conversacionales, la inteligencia artificial (IA) pone a prueba a artistas y escritores, pero los científicos creen que también podría revolucionar la investigación e incluso ocupar un lugar destacado en los trabajos de los Nobel.
En 2021, el científico japonés Hiroaki Kitano lanzará lo que él llama el Desafío Nobel de Turing. Desafía a los investigadores a crear un “científico de IA” capaz de realizar de forma autónoma investigaciones dignas del Premio Nobel para 2050.
Algunos investigadores están trabajando duro para crear un colega artificial de este tipo y alrededor de cien “robots científicos” ya están trabajando en la ciencia, explica Ross D. King, profesor de inteligencia artificial en la Universidad Chalmers de Suede.
El especialista publicó un artículo en 2009 en el que presentaba, junto con otros investigadores, un robot científico llamado “Adam”, la primera máquina capaz de producir descubrimientos científicos de forma autónoma.
“Construimos un robot que descubrió nuevas ideas científicas, las puso a prueba y confirmó que eran correctas”, dijo King a la AFP.
El robot fue programado para formular hipótesis de forma autónoma, diseñar experimentos para probarlas e incluso programar otros robots de laboratorio para realizar estos experimentos y finalmente aprender de estos resultados.
– Descubrimientos “no triviales” –
A “Adam” se le asignó la tarea de explorar el funcionamiento interno de la levadura y descubrió “funciones genéticas” previamente desconocidas.
Estos descubrimientos son “modestos” pero “no triviales”, dijeron los autores en su artículo.
Luego se creó un segundo robot científico llamado “Eve” para estudiar candidatos a fármacos contra la malaria y otras enfermedades tropicales.
Con estos robots, “cuesta menos dinero realizar investigaciones y trabajan las 24 horas del día”, explica Ross D. King, añadiendo que también son más rigurosos en el seguimiento de los procesos.
El investigador admite, sin embargo, que la IA está lejos de estar a la altura de la tarea de un científico merecedor del Nobel. Esto requeriría robots “mucho más inteligentes” capaces de “comprender la situación en su conjunto” para competir con los Nobel.
– “No voy a ser reemplazado” –
“La tradición científica no será reemplazada por las máquinas”, afirma a la AFP Inga Strümke, profesora asociada de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología.
“Eso no significa que sea imposible”, añade, afirmando que está “ciertamente” claro que la IA tiene y tendrá un impacto en la forma en que se realiza la ciencia.
Un buen ejemplo de esto es el modelo Alphafold AI, desarrollado por Google Deepmind, que puede predecir la estructura tridimensional de las proteínas en función de su aminoácido.
“Sabíamos que existía una relación entre los aminoácidos y la forma tridimensional final de las proteínas y que podíamos utilizar el aprendizaje automático para encontrarla”, afirma Strümke.
Sin embargo, estos cálculos son demasiado complejos para los humanos y “la máquina hizo algo que ningún humano podría hacer”, continuó.
Al mismo tiempo, Alphafold destacó la debilidad de los modelos actuales de IA, como las redes neuronales.
Son muy buenos procesando grandes cantidades de información y dando una respuesta, pero no pueden explicar por qué esa respuesta es correcta.
Entonces, si bien los más de 200 millones de estructuras proteicas predichas por Alphafold son “extremadamente útiles”, dijo Strumke, “no nos dicen nada sobre microbiología”.
– Asistido por IA –
Para ella, la ciencia busca comprender el universo y no simplemente “hacer la suposición correcta”.
Sin embargo, el trabajo innovador realizado por Alphafold ha llevado a los expertos a colocar a sus diseñadores entre los posibles candidatos al Premio Nobel.
El director de Google DeepMind, John M. Jumper, y el director ejecutivo y cofundador, Demis Hassabis, ya recibieron el prestigioso Premio Lasker en 2023.
Aparecen en las tabletas de la empresa de análisis Clarivate, que anticipa posibles premios Nobel científicos basándose en citas de artículos de investigación.
David Pendlebury, director de la firma, admite que si el artículo de Jumper y Hassabis publicado en 2021 ha sido citado miles de veces, sería inusual que el jurado del Nobel premiara un trabajo tan rápidamente después de su publicación.
Los Nobel suelen premiar descubrimientos que se remontan a varias décadas atrás.
Pero cree que la investigación asistida por IA pronto ocupará un lugar destacado en los trabajos ganadores del Nobel.
“Estoy seguro de que en la próxima década habrá premios Nobel a quienes la informática ayudará de un modo u otro, y hoy en día la informática es cada vez más IA”, declaró Pendlebury a la AFP.