lEl telescopio espacial James Webb ha descubierto dióxido de carbono en la superficie helada de Caronte, la luna más grande de Plutón, anunciaron investigadores el martes en un estudio en Comunicaciones de la naturaleza.
Este descubrimiento, junto con el de otro elemento químico, el peróxido de hidrógeno, debería ayudar a comprender cómo evolucionaron estos mundos helados en los bordes del sistema solar.
Plutón ha sido considerado durante mucho tiempo el noveno planeta de este sistema. Hasta el descubrimiento de estrellas similares en una región más allá de Neptuno, el cinturón de Kuyper, que lo redujo al rango de planeta enano en 2006.
Estos objetos son “cápsulas del tiempo que permiten comprender la formación del sistema solar”, explicó a la AFP Silvia Protopapa, del Southwest Research Institute, en el estado de Colorado (Estados Unidos).
Caronte ofrece una visión incomparable de estos mundos porque, a diferencia de otras estrellas del cinturón de Kuyper, incluido Plutón, su superficie no está cubierta por hielos muy volátiles como el metano, explicó también el primer autor del estudio. .
“Una pieza del rompecabezas”
Caronte, la mayor de las cinco lunas de Plutón, con un diámetro de unos 1.100 km, fue descubierta en 1978. Al sobrevolarla en 2015, la sonda New Horizons de la NASA mostró una superficie cubierta de hielo de agua y de amoníaco, que supuestamente le daba un color rojo y apariencia gris. También mostró material saliendo del sótano.
Lo que sugirió a los investigadores la presencia de dióxido de carbono (CO2), un gas esencial para el desarrollo de la vida en la Tierra.
Se cree que los objetos del Cinturón de Kuyper se formaron a partir del disco protoplanetario, un gran anillo de polvo y gas que rodeaba al joven Sol hace 4.500 millones de años.
Este disco protoplanetario, que sin duda también está en el origen de la creación de la Tierra, pudo haber contenido CO2. Pero la sonda New Horizons no había detectado ningún rastro de ello.
Esta “pregunta abierta” fue respondida con el telescopio James Webb, que tiene mayores capacidades de detección.
Esta conclusión nos permite imaginar que si pusiéramos un pie en la superficie de Caronte, sería sobre una mezcla de hielo de agua y hielo seco, la forma sólida del CO2.
Sorprendentemente, el telescopio espacial también detectó peróxido de hidrógeno, según Protopapa. Utilizado en la Tierra como desinfectante, su presencia en Caronte sugiere que su superficie está alterada por los rayos ultravioleta y los vientos solares.
El descubrimiento de estos materiales aporta “otra pieza del rompecabezas” destinada a esclarecer el funcionamiento de estos mundos lejanos y la génesis del sistema solar, según el investigador.
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