¿Cómo reaccionan los bebés cuando sus madres hablan por teléfono? Un experimento en marcha en la Universidad de Aix-Marsella

¿Cómo reaccionan los bebés cuando sus madres hablan por teléfono? Un experimento en marcha en la Universidad de Aix-Marsella
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Paredes cubiertas con largas cortinas negras, luces de neón en el techo, un gran animal de peluche con forma de rana en un rincón. En el centro de esta pequeña habitación con decoración espartana, una trona y un sillón se enfrentan. Estamos en el BabyLab de la Casa de Investigación de la Universidad de las Letras de Aix-en-Provence, donde los investigadores estudian el desarrollo de los bebés y de los niños.

Este miércoles 2 de abril, Margot, de unos treinta años, y Paulo, de 6 meses, se disponen a participar en un experimento científico. La joven madre y su hijo serán filmados durante diez minutos en esta habitación sellada. En la sala contigua, una profesora, Céline Scola, un estudiante de máster y un becario examinan la pantalla.

Responder a un mensaje de texto con tu bebé

Desde 2021, un equipo de investigación acoge en el BabyLab a madres con hijos para estudiar cómo las interrupciones debidas a los smartphones y a las tecnoreferencias modifican sus relaciones y sus intercambios. “Elegimos estudiar el comportamiento de los bebés de seis meses a más o menos tres semanas, esta es una edad fundamental en términos de interacción. Son capaces de percibir y distinguir a una persona y el objeto que tiene en la mano. explica Céline Scola, profesora de psicología del desarrollo infantil que codirige este estudio con Marianne Jover.

Los diez minutos en los que madres e hijos se enfrentan son interrumpidos dos veces por el smartphone de la madre. El equipo de investigación envía un mensaje de texto al que la madre está obligada a responder y luego una llamada que también debe atender. “Se trata de simular una conversación natural.”especifica Céline Scola.

Ese día, Margot y Paulo juegan frente a las cámaras mientras el mensaje de texto hace vibrar el teléfono. Naturalmente, Margot continúa comunicándose con su hijo mientras escribe una respuesta. Misma reacción materna durante la llamada. Mientras tanto, el pequeño, todavía muy sonriente, comienza a mirar hacia otra parte, interesándose de pronto por las paredes negras… Antes de recuperar toda la atención de su madre.

Tras la grabación, los investigadores dedicarán ocho horas a analizar, imagen tras imagen, el comportamiento de la madre y el niño. “Medimos muchos parámetros, por ejemplo la actividad del pie del bebé, la mirada de la madre, etc.”

Un fenómeno masivo

Para completar este estudio, el equipo debe repetir este experimento con cincuenta dúos. “válido”. Durante los diez minutos que dura el experimento, el niño no debe llorar y debe permanecer en su trona. Es demasiado pronto para sacar conclusiones iniciales, pero el equipo de investigación partió de la hipótesis de que estas interrupciones no dejaban de tener consecuencias en el comportamiento del niño. “Estamos convencidos de que los bebés se adaptan y queremos ver cómo”.

Desde el inicio del experimento, las reacciones de los bebés han sido muy diferentes. “Algunos niños muestran cierta molestia, otros no reaccionan. Uno de ellos pareció aliviado cuando la madre dejó de interactuar con él”.subraya el conferenciante.

Varios estudios se han centrado o están en marcha para medir el impacto de las tecnoreferencias en los niños pequeños. Un estudio demostró que seis de cada diez madres reconocen que su teléfono inteligente interfiere regularmente en sus interacciones, especialmente durante los momentos de juego libre. “Estas interferencias son frecuentes, cuanto más estas madres reportan una peor crianza compartida, insatisfacción en las relaciones y síntomas depresivos”, informan los autores del artículo “Pantalla y tecnoferencia en bebés de 6 a 12 meses” publicado en la revista científica Contrastes en 2023.

En este mismo artículo, estos investigadores demuestran que el fenómeno de las tecnoferencias es masivo, basándose en su propio estudio. Cuestionaron a 242 padres sobre sus usos: el 42% de los padres dijeron que dejaban el teléfono encendido, el 56% lo dejaban encendido pero en silencio en presencia de su bebé. Sólo 7 padres lo apagan. Un fenómeno cuya frecuencia se conoce pero cuyas implicaciones en los niños aún no hemos medido en su totalidad.

Investigación avanzada

El equipo de investigación de Céline y Marianne Jover busca madres y bebés de seis meses (más o menos tres semanas) para continuar con este experimento. Si quieres participar, puedes registrarte en la web de Babylab.

También está en marcha un estudio sobre el agotamiento de los padres. Los padres, y en particular los padres, pueden responder a un cuestionario online sobre el tema.

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