En el ocaso de su carrera deportiva, que en marzo cumplirá casi 40 años, Steve Mandanda atraviesa una temporada complicada. Probablemente el último en el Stade Rennais, donde el portero internacional francés tiene contrato hasta el 30 de junio de 2025.
Nada garantiza que pueda llegar tan lejos, porque es menos gallardo en sus actuaciones y aunque el nuevo entrenador, Jorge Sampaoli, tiene exigencias específicas sobre el puesto, podría duplicarlo este invierno en el mercado de fichajes.
Le Havre y más aún el OM han marcado especialmente su carrera
Esto no debería en ningún caso poner en duda la excepcional carrera del jugador y su longevidad. Se lo debe a dos clubes en particular: el Le Havre AC, que le formó y le impulsó a convertirse en profesional, pero sobre todo al Olympique de Marsella, a través de cuyo prisma alcanzó la última etapa de portero de los Bleus de Francia, sobre todo como Hugo. Suplente de Lloris, pero con la estrella de un campeón del mundo en su haber.
Liberado por el OM en 2022, el Stade Rennais no tuvo que pagar nada para contratarlo. En términos más generales, Steve Mandanda sólo ha tenido dos transferencias remuneradas en una doble década de carrera: del Le Havre al Marsella, por 2,5 millones de euros en 2008, y luego del Crystal Palace al Olympique de Marsella, en 2017, a cambio de 3 millones de compensación.
Una valoración de hasta casi 20 millones de euros en el mercado de fichajes
Sin embargo, estaba valorado en mucho más, hasta 17 millones de euros a finales de la primavera de 2017 según datos de la plataforma Transfermarkt. Antes, su rating se fue debilitando gradualmente hasta los 10 millones de euros, durante sus años en Inglaterra. En aquel momento valía la mitad (4,5 millones) para el Observatorio del Fútbol. A día de hoy, su valoración es marginal (700.000 euros), tanto por la duración restante de su contrato, como por su rendimiento y su edad mencionada anteriormente.
Steve Mandanda sólo tiene una visión a corto plazo de su carrera futbolística. El principal objetivo es conseguir terminar la temporada sin más notas falsas, convencer a Sampaoli para que le mantenga en su puesto y además con el brazalete de capitán al brazo.