En The Independent, el delantero del Girondins de Burdeos,
Andy Carrollhabló sobre su vida en Francia.
“En Francia llevo una vida mucho más fácil y sencilla. La gente me reconoce en la calle pero me respeta. Ésta es la clave de mi felicidad. Puedo volver a ser Andy, el chico del norte de Inglaterra. Ya no soy la estrella de la Premier League que alguna vez fui, si es que alguna vez lo fui. Sería injusto decir que la popularidad me quitó más de lo que me dio, pero a veces es difícil afrontar estas situaciones. La fama tiene sus lados oscuros”.
Luego habló más concretamente de su vida en Burdeos.
“Nunca dejé que el dinero fuera la razón principal por la que jugaba al fútbol. Especialmente no hoy, cuando el alquiler me cuesta más que mi salario. Es cierto que me siento en sintonía con Burdeos. Aunque esté en cuarta división, el club ahora intentará recuperar su grandeza y en mi caso nunca me di por vencido. Tenemos mucho en común y, inconscientemente, eso es probablemente lo que me impulsó a vestir esta camiseta. Estamos juntos, nadie habla de mí por lo que fui o lo que hice en el pasado. Me tratan como a cualquier otra persona, a alguien que hace su trabajo como todos los demás. Aquí no hay egos ni grupos diferentes. Era mucho más acorde con lo que buscaba en este momento de mi vida”.
Finalmente habló del final de su carrera, que no espera que llegue pronto.
“Aún amo el fútbol, como el primer día, porque me mantiene vivo. Ha sido mi sueño desde la primera vez que vi un partido. Sé que el final se acerca y cuanto más llega, más trato de disfrutarlo. Disfruto cada minuto de juego o entrenamiento. Espero llegar a los 40”.
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