Enfrascado en una buena racha, el FC Annecy fracasó por completo este viernes, partiendo con las maletas llenas durante la decimotercera jornada de la Ligue 2. La única satisfacción de la velada la llamó Trévis Dago.
Fue un inicio de temporada casi de ensueño, hasta el punto de poder disputar la subida sin pasar por los play-offs. Tercero (22 puntos) después de doce partidos de la Ligue 2, sólo dos pequeñas derrotas, el FC Annecy podría esperar continuar su marcha este viernes con una visita al Stade Paul-Lignon de Rodez. Sin embargo, esto no salió según lo planeado.
Antes del saque inicial, Pierre-Olivier Murat, presidente del Rodez Aveyron Football, anunció una noche de goles y basta decir que no se equivocó. Su grupo destruyó a los Annéciens, que se vieron obligados a buscar el cuero cinco veces en el fondo de sus propias redes. Sin embargo, todo empezó bien para ellos, que pudieron confiar en Trévis Dago. El jugador del Lille aprovechó la sanción de Kapitbafan Djoco, potencial titular, para vivir su segunda titularidad y marcar su tercer gol esta temporada. Logró destacarse en el área abierta para recibir un tiro libre lejano y colocar un cabezazo en el lateral de la red (3′). Todo fue perfecto entonces, pero el resto estuvo lejos de ser pan comido.
Si el FC Annecy tuvo oportunidades, algunas de ellas las ofrecieron, en particular, las agudas jugadas de Trévis Dago, que arrastró a toda la defensa, fueron los locales los que redujeron el marcador con un gol en propia puerta de Kashi (23′). Este último sorprendió a los visitantes al tomar ventaja diez minutos antes del descanso (Nkada 35′). La segunda mitad fue entonces unilateral. Los Annéciens se contentaron con una posesión estéril, incapaz de crear el más mínimo peligro, cuando el Rodez AF se mostró particularmente agudo en las transiciones. Así, en este diagrama, Baldé (68′), Nkada (70′) y Bouchouari (76′) continuaron la fiesta local para una clara victoria final (5-1). Trévis Dago, por su parte, abandonó el terreno de juego (66′) antes de que su equipo se viera desbordado. Fue entonces cuando todo cambió. Este último todavía gana confianza y tiempo de juego a nivel individual.