Un adolescente fue infectado con gripe aviar en Canadá, informesábado 9 de noviembre, las autoridades. Aunque no es la primera vez, el virus afecta cada vez con más frecuencia a los mamíferos, lo que preocupa a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esta nueva contaminación nos recuerda las preocupantes mutaciones de la gripe aviar al otro lado del Atlántico. Desde principios de 2024, las cepas aparecidas en Estados Unidos han desarrollado una capacidad sin precedentes para contaminar nuevas especies. Las más espectaculares son las decenas de explotaciones ganaderas afectadas por el virus en varios estados americanos.
Luego hubo transmisiones a humanos, quienes entraron en contacto con los animales, todos menos uno. En Missouri, persiste un caso enigmático. En septiembre fue hospitalizado un hombre sin vínculos con el mundo agrícola. ¿Estaba contaminado por otro humano? No hay respuesta en esta etapa. Nunca se ha observado transmisión de persona a persona, lo que sigue siendo tranquilizador.
Estas cepas americanas no amenazan actualmente a Europa ni a Francia. Cuando lo contactaron, Jean-Luc Guérin, de la escuela veterinaria de Toulouse y experto en gripe aviar, se mostró tranquilizador. En Europa, el virus permanece en su forma clásica. Contamina casi exclusivamente a las aves silvestres y a las aves de corral en las granjas. Francia también elevó este fin de semana el riesgo al máximo por el aumento de la contaminación, con el confinamiento obligatorio de los animales, como ya ha ocurrido en numerosas ocasiones.
Sin embargo, debemos ser cautelosos para evitar encontrarnos en una situación similar a la de Estados Unidos. Es necesario, en primer lugar, controlar los animales que llegan del otro lado del Atlántico para evitar importar cepas americanas. Además, desde 2023, la vacunación de las granjas de patos ha permitido limitar la propagación de la gripe aviar y, por tanto, las mutaciones. Un fenómeno mecánico: cuanto menos circula un virus, es menos probable que desarrolle nuevas capacidades.
Sin embargo, la mayor parte de la lucha contra estas variantes se nos escapa. Se juega en Estados Unidos. A ellos les corresponde aislar las explotaciones ganaderas afectadas por estas nuevas cepas, mediante cuarentenas, sacrificios de ganado y detección de posibles otras mutaciones, para no volver a ser pillados desprevenidos.
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