Enmascarado por una barrera opaca y un andamio, el Castel d’Andorte cura sus heridas fuera de la vista, como un animal herido. Permaneciendo en silencio durante mucho tiempo, la noble casa de gruesas fachadas se estremece al ritmo del ruido de las obras. Los equipos de la empresa TMH están trabajando desde septiembre. Piedra, armazones, tejados, mampostería, la restauración muerde la carne del monumento. “Lo necesitaba”, afirma Alain Iviglia, director de la empresa encargada de la rehabilitación.
“Se han llevado a cabo varias purgas. Fue necesario quitar revestimientos, listones y otros pisos para dejar al descubierto los elementos estructurales. Esto permite perfeccionar diagnósticos y propuestas de cambio de madera, piedra, etc. Es un paso imprescindible antes de dedicarse a oficios secundarios (yeseros, pintores, etc.). »
un cafe
Todas las decisiones se toman consultando con Antoine Bordenave, arquitecto patrimonial, y Patrice Fauré, coordinador de obras. Sobre el edificio se erigió una especie de toldo para detener las infiltraciones que habían dañado muchas zonas del Castel d’Andorte cuando estaba desocupado.
Si se respeta el calendario, la restauración del edificio finalizará en otoño
“Estamos viendo bastantes desórdenes”, añade Alain Iviglia, mostrando partes ennegrecidas y vigas debilitadas que habrá que retirar y renovar. El estado de los paramentos también atestigua el trabajo por venir. Se sustituirán las piedras agrietadas o rotas que ya no cumplan su función. En determinados casos, “hacemos tapones o injertos cambiando sólo una parte del cálculo. Esto es especialmente cierto en el caso de las cornisas”, explica el director de TMH.
Catalogado como Monumento Histórico desde 2009, el castillo, que en el siglo XIX fue un hospital psiquiátricomi siglo – se beneficia del suministro local.
Por ahora, la obra avanza con normalidad. ¿Cuál será su destino una vez restaurado? Se creará una cafetería en una sala de la planta baja con vistas al jardín cerrado. Será accesible para los futuros usuarios del local, así como para todos los caminantes que visiten el parque Chêneraie. Ofrecerá un pequeño restaurante al estilo de un salón de té. La recepción y oficinas completarán el espacio de la planta baja.
Segunda fase
Propietario de todo el patrimonio desde 1990, el Ayuntamiento tiene la intención de hacer de Castel d’Andorte un tercer lugar cultural y artístico (artes escénicas, fotografía, teatro, espacio expositivo, etc.). “Próximamente lanzaremos una convocatoria de manifestaciones de interés de operadores, asociaciones y colectivos culturales. Los candidatos tendrán dos meses para posicionarse y compartir sus ideas. Al final lo veremos más claramente”, explican Gwenaël Lamarque, primera diputada, y Emmanuelle Angelini, diputada de Cultura.
Si se respeta el calendario, la restauración del edificio finalizará en otoño. El presupuesto para esta primera fase de las obras ronda los 3,5 millones de euros. Posteriormente se iniciará una segunda fase que incluirá la rehabilitación de la capilla y el edificio de las termas.