LO ESENCIAL
- Los investigadores han identificado el ácido litocólico (LCA), una molécula intestinal producida por bacterias, como un actor potencial en la ralentización del envejecimiento en animales sometidos a una dieta baja en calorías.
- Aunque alguna vez se consideró tóxico, el LCA, en dosis bajas, estimula una proteína llamada AMPK, relacionada con la reducción de la atrofia muscular.
- Aunque las pruebas no han confirmado ningún impacto sobre la longevidad de los ratones, esta molécula ilustra el papel clave de la microbiota intestinal. Los investigadores planean estudiar sus posibles efectos en humanos.
Nueva prueba potencial de la importancia de la microbiota intestinal en nuestra salud: investigadores de China y Estados Unidos han identificado una molécula que podría desempeñar un papel en la ralentización del envejecimiento en determinados animales sometidos a una dieta restrictiva. Siguiendo la historia de la investigación sobre los efectos de las dietas bajas en calorías, los resultados de su trabajo se publicaron en dos artículos en la revista Naturaleza.
Dieta restrictiva, ácido litocólico y salud general
Durante años, los estudios han demostrado que una dieta baja en calorías puede mejorar la salud. En algunos animales, como las moscas de la fruta y los nematodos (gusanos microscópicos), este tipo de dieta incluso alarga la esperanza de vida. Pero probar estos efectos en humanos sigue siendo complejo debido a su esperanza de vida relativamente larga. Para sortear este obstáculo, los científicos están recurriendo a otras vías, en particular al estudio de las moléculas producidas en el intestino.
En este nuevo estudio, el equipo centró sus esfuerzos en el ácido litocólico (LCA), un ácido biliar producido por bacterias intestinales, explica un comunicado de prensa. Aunque alguna vez se consideró tóxico, investigaciones recientes han descubierto que en dosis bajas, el LCA puede proporcionar beneficios para la salud. En ratones, el consumo de LCA en pequeñas dosis provocó un aumento en la producción de una proteína llamada AMPK, conocida por ralentizar la atrofia muscular.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores controlaron los niveles de diferentes metabolitos en los intestinos de ratones sometidos a una dieta restrictiva. Entre cientos de compuestos identificados, el LCA se ha convertido en un actor principal en la activación de AMPK. Sin embargo, no se encontró evidencia de un efecto del LCA en la longevidad de los ratones.
Mecanismos complejos aún por descifrar
En un segundo estudio, los investigadores exploraron cómo el LCA activaba la AMPK. Descubrieron que este proceso depende de ciertos miembros de la familia de enzimas sirtuinas, que desempeñan funciones cruciales en varios procesos biológicos esenciales, como el metabolismo celular, la respuesta al estrés y la longevidad. Aunque los mecanismos precisos que intervienen aún no se han dilucidado, esta investigación abre nuevas perspectivas sobre las interacciones entre los metabolitos intestinales y el envejecimiento.
Aunque el LCA no mostró un efecto directo sobre la esperanza de vida de los ratones, sus posibles beneficios para la salud justifican una mayor investigación. Los investigadores esperan establecer si estos efectos pueden trasladarse a los humanos o descubrir otros metabolitos prometedores. Mientras tanto, este estudio reafirma la importancia de la microbiota intestinal para comprender nuestra salud y envejecimiento.