El Departamento de Salud del estado australiano de Victoria, situado en el sur del país, alertó este jueves del resurgimiento de la úlcera de Buruli, una patología provocada por la contaminación por bacterias “destructoras de la piel”. Se registraron 344 casos de la enfermedad en el territorio entre el 1 de enero y el 17 de diciembre de 2024, frente a 263 en todo el año 2023, indica el comunicado sanitario publicado por las autoridades locales.
El documento destinado a los profesionales sanitarios del sector precisa que la patología ha sido detectada en todo el estado, y en particular en Ascot Vale, un suburbio de Melbourne (Australia). Las personas afectadas desarrollan una lesión cutánea de cuatro a cinco meses después de la infección que inicialmente puede confundirse con una picadura de insecto. Luego toma la forma de un bulto o una úlcera.
Hacer todo lo posible para preservar los tejidos.
Para evitar cualquier riesgo de pérdida de tejido cutáneo, es importante diagnosticar la afección lo antes posible. Por este motivo, el profesor Ben Cowie, director estatal de Sanidad, pide a los profesionales sanitarios que no duden en realizar una prueba de detección a todos los pacientes que presenten síntomas que puedan ser los de la úlcera de Buruli. El examen es gratuito para los pacientes en los laboratorios públicos.
Los resultados positivos deben informarse a los funcionarios de salud estatales dentro de los cinco días. Para evitar la contaminación, que se produce con mayor frecuencia en climas cálidos, se recomienda proteger las heridas al salir a la naturaleza, limpiar bien la piel después de realizar actividades al aire libre y protegerse de las picaduras de insectos. La bacteria carnívora no se transmite entre humanos, pero puede contraerse a través de mosquitos o zarigüeyas.
Health