Aumento de los casos de escorbuto entre los niños en Francia desde la pandemia de Covid

Aumento de los casos de escorbuto entre los niños en Francia desde la pandemia de Covid
Aumento de los casos de escorbuto entre los niños en Francia desde la pandemia de Covid
-

El escorbuto es una enfermedad causada por una profunda deficiencia de vitamina C © Yann Khatchadourian en. desempaquetar

Los equipos del departamento de pediatría general y del centro de referencia para el reumatismo inflamatorio y las enfermedades autoinmunes sistémicas en niños (RAISE) del hospital Robert-Debré AP-HP, Inserm, y de la Universidad Paris Cité y del departamento de pediatría del hospital Cayenne en Guyana, coordinado por los doctores Zein Assad, Maelle Trad y el profesor Ulrich Meinzer, llevó a cabo un estudio sobre el aumento de La enfermedad del escorbuto entre los niños en Francia desde la pandemia de Covid-19. Los resultados de este estudio fueron objeto de una publicación publicada el 6 de diciembre de 2024 en la revista El Lanceta Salud Regional – Europa.

El escorbuto es una enfermedad provocada por una profunda deficiencia de vitamina C y que prácticamente había desaparecido a finales del siglo XX.mi siglo en los países de altos ingresos, particularmente en Europa. El escorbuto puede provocar, entre otras cosas, intensos dolores óseos y debilidad muscular incapacitante, hemorragias y deterioro del estado general. El preocupante regreso de esta enfermedad pone de relieve las posibles consecuencias del aumento de la inseguridad socioeconómica desde 2020 sobre el estado nutricional de los niños en Francia.

El principal objetivo del estudio fue evaluar las tendencias en la incidencia del escorbuto en niños hospitalizados en Francia durante un período de nueve años y examinar el impacto de la pandemia de Covid-19. El estudio también analizó la evolución de la desnutrición, diferenciando las formas graves de las moderadas y leves.

Este estudio se basa en datos recopilados del sistema nacional PMSI (programa de medicalización de los sistemas de información). Incluyó pacientes de 18 años o menos, que padecían escorbuto y desnutrición severa, entre enero de 2015 y noviembre de 2023. El estudio cubre dos períodos distintos: prepandemia (2015-2020) y pospandemia (2020-2023). Se incorporaron factores socioeconómicos como el índice de precios al consumidor para evaluar las correlaciones con la incidencia de enfermedades.

Un total de 888 pacientes con escorbuto fueron hospitalizados, cuya edad promedio fue de 11 años. El aumento de las hospitalizaciones se estima en un 34,5% tras el inicio de la pandemia de Covid-19. Además, el aumento de los casos de desnutrición grave, estimado en un 20,3%, refuerza el vínculo del escorbuto con el deterioro del estado nutricional de los niños. El aumento de los casos de escorbuto y desnutrición grave se asoció con un empeoramiento de la inseguridad socioeconómica y la inflación. Esta asociación no constituye necesariamente una relación causal, aunque es plausible.

La reaparición del escorbuto puede estar relacionada con diferentes causas, incluidos factores ambientales y sociales, pero también con los hábitos alimentarios. También es necesario subrayar el impacto inesperado de la pandemia y las crisis socioeconómicas y políticas globales que la siguieron en el empeoramiento de la inseguridad alimentaria. Así, en Francia, la inflación de los precios de los alimentos alcanzó el 15% a principios de 2023, afectando especialmente a las familias precarias.

A raíz de los resultados de este estudio, se podrían proponer recomendaciones, particularmente con respecto a la implementación de programas de ayuda alimentaria específicos, mejorando el acceso a alimentos nutritivos y asequibles, así como fortaleciendo la capacitación clínica para la prevención y detección temprana de deficiencias dietéticas.

Este contenido también te puede interesar:

-

PREV “Al final de una enfermedad, hay un vacío interestelar”: en Cornualles, esta asociación ayuda a los pacientes a reconstruir sus vidas después del cáncer
NEXT Un estudio confirma un vínculo preocupante entre los trastornos mentales y la contaminación