LO ESENCIAL
- Un nuevo estudio muestra que las variaciones genéticas pueden explicar las diferencias en la salud reproductiva y la longevidad.
- El ADN puede afectar la fertilidad, el momento de tener hijos, el momento de la menopausia e incluso la esperanza de vida.
- Este trabajo puede ayudar a desarrollar enfoques más personalizados para la atención de la salud reproductiva.
Color de ojos y pelo, altura, predisposición a determinadas enfermedades… El ADN moldea muchos elementos de nuestra identidad y de nuestra salud. Investigadores de las universidades de Oxford e Islandia también han aportado nueva información sobre cómo afecta a la fertilidad, el momento de la menopausia o incluso la esperanza de vida.
Sus hallazgos fueron detallados en la revista. Envejecimiento de la naturaleza el 13 de diciembre de 2024.
Varios genes impactan la fertilidad
Utilizando la base de datos en línea Gestudios de asociación amplia enome (GWAS), el equipo identificó 159 estudios genéticos y 37 genes relacionados con características reproductivas como las hormonas sexuales (hormona folicular estimulante o testosterona) o el momento de la menopausia.
El gen FSHB (subunidad beta de la hormona estimulante del folículo), en particular, está asociado con varios elementos de la salud reproductiva. “Este gen ayuda a regular el inicio de la menstruación y el momento de la menopausia, destacando su papel en la salud reproductiva y el envejecimiento. La revisión también reveló vínculos entre estos genes reproductivos y trastornos genéticos raros, mostrando cómo ‘el ADN afecta tanto a la fertilidad como a la salud general’.especifican los autores en su nota de prensa.
Durante el estudio, los científicos también destacaron una asociación entre los genes reproductivos y la longevidad. De hecho, descubrieron que genes como ESR1 están relacionados con rasgos reproductivos así como con el riesgo de cáncer. Por ejemplo, comenzar la pubertad antes o experimentar la menopausia más tarde puede aumentar el riesgo de cánceres sensibles a las hormonas, como el cáncer de mama, pero estos mismos rasgos se asocian con una esperanza de vida más larga. el gen FTO –que ya está fuertemente vinculado al IMC, el riesgo de obesidad y diabetes tipo 2– se asoció, por su parte, con varias características reproductivas diferentes.
“A medida que más personas retrasan la paternidad hasta edades más avanzadas, es importante comprender los factores genéticos que subyacen a la salud reproductiva y la ventana fértil de un individuo. Nuestro estudio reúne investigaciones sobre genética de la reproducción para revelar genes comunes para rasgos y conocimientos más allá de la fertilidad que son intrínsecamente relacionados con la salud, el índice de masa corporal (IMC) y la obesidad, los cánceres sensibles a hormonas e incluso rasgos psiquiátricos y de comportamiento”explica la autora principal Melinda Mills.
“Al consolidar esta investigación, proporcionamos una imagen más clara de cómo los factores genéticos dan forma a la salud reproductiva. Esto es esencial para avanzar en la atención médica, particularmente cuando se trata de infertilidad y envejecimiento reproductivo.añade su colega, la Dra. Stefania Benónisdóttir.
La genética de la infertilidad masculina sale a la luz
Los investigadores no se han centrado sólo en la salud reproductiva de las mujeres. También estudiaron el ADN masculino. Su trabajo demostró que genes como ADNH2 desempeñan un papel tanto en los niveles de testosterona como en la función de los espermatozoides. “Lo que los hace cruciales para la salud reproductiva masculina”.
“La salud reproductiva masculina es esencial para la fertilidad general, pero a menudo no se investiga lo suficiente. Al explorar la genética de la infertilidad masculina, podemos descubrir nuevos conocimientos y tratamientos potenciales para las personas que luchan con problemas reproductivos”.recuerda el coautor Vincent Straub.
Los científicos han confirmado que la paternidad tardía puede afectar el ADN. A medida que las personas envejecen, acumulan mutaciones de novo o cambios genéticos espontáneos que pueden transmitir a los niños. Según los autores, estas variantes pueden tener efectos significativos en la salud y el desarrollo de la descendencia.
El equipo cree que esta investigación del ADN puede ayudar a desarrollar enfoques de atención médica más personalizados que podrían mejorar los resultados tanto para los individuos como para las familias de todas las generaciones.