No revolucionará su vida diaria, pero aun así las simplificará un poco. El viernes, cinco jóvenes pacientes con diabetes tipo 1, el más pequeño tenía 7 años y el mayor, 16 años, fueron convocados al departamento de pediatría B del Hospital Universitario Saint-Etienne para una primicia nacional: familiarizarse con Simplera. . Un nuevo dispositivo de medición continua de glucosa en sangre intersticial, propuesto como parte de un estudio realizado por el fabricante.
Ya validado a nivel reglamentario, este sensor aún no ha sido reembolsado por el seguro médico, pero debería serlo dentro de un año. Una oportunidad para estos cinco jóvenes pacientes supervisados periódicamente por el hospital, que son los primeros en Francia en poder beneficiarse de esta pequeña innovación.
Instalación más fácil
Con su diseño compacto, este sensor tiene la ventaja de “comunicarse con la bomba de insulina”, explica Lucie Bazus, pediatra del Hospital Universitario. Compuesto por una sola pieza en lugar de dos, es más pequeño, más fácil de instalar, requiere menos actualizaciones que el sistema antiguo y debería permitir equilibrar mejor la diabetes. »
Como el modelo antiguo, hay que cambiarlo cada siete días, pero “es menos doloroso cuando se coloca en el brazo”, estima Hugo, de 11 años, con la manga de la camiseta arremangada. El niño fue diagnosticado hace cinco años “en pleno confinamiento”, recuerda Emmanuelle, su madre. “Mientras le enseñaba, me di cuenta de que bebía mucho y orinaba con regularidad. » Conoce un poco sobre la enfermedad, los síntomas y no se sorprende cuando le llegan los resultados de los análisis de sangre y orina solicitados por el médico tratante. “No había duda, era diabetes y no una infección urinaria. »
Desde entonces, Hugo vive con ello, y “bien”. “La única dificultad es pesar los hidratos de carbono cada día”, afirma Emmanuelle. Debemos planificar la cantidad de azúcares que ingiere en cada comida para poder programar con antelación su dosis de insulina. No hemos cambiado nada en nuestros hábitos alimentarios. » “Es que”, desliza Hugo, “ya no puedo escabullir dulces. » En las próximas semanas será contactado y seguido como a otros pacientes por el departamento de pediatría para asegurar que todo va bien.
Si hoy son cinco los que experimentan con este sensor, Lucie Bazus espera poder ofrecerlo más adelante a otros pacientes jóvenes. “La diabetes es una enfermedad muy común entre los niños. »
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