Un buen susto puede ayudar a reducir la inflamación. Al menos, según un extraño experimento realizado en Dinamarca: 113 pacientes fueron enviados a una casa encantada, para luego medir en su sangre marcadores característicos de enfermedades inflamatorias.
La muestra es demasiado pequeña para sacar conclusiones definitivas, advierten los investigadores. Hay que decir que enviar a miles de personas a lugares encantados para darles el susto de su vida podría estar mal visto por los comités de ética de los hospitales…
Estimular el sistema nervioso.
Pero la idea de este experimento no surge de la nada. Cuando hiperventilamos, estimula el sistema nervioso y reduce la inflamación. Este efecto ya se ha medido en circunstancias como la exposición al frío.
¿Hiperventilar porque un zombie nos sobresaltó podría tener el mismo efecto?
Por ello, los investigadores tomaron muestras de sangre de estos 113 voluntarios (edad media: 30 años), antes y después de su visita a la casa encantada de Vejle, Dinamarca, y tres días después. De los 22 que tenían niveles más altos de inflamación (medidos por una proteína llamada proteína C reactiva), hasta 18 tenían niveles más bajos tres días después.
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