Martine Denis, responsable del laboratorio nacional de referencia (NRL) sobre Campylobacter de Anses, explica que los veterinarios han notificado casos que recuerdan los síntomas de C. hepaticus, pero los métodos tradicionales de cultivo de Campylobacter no han funcionado para esta especie, lo que complica su identificación. En respuesta, el laboratorio Ploufragan-Plouzané-Niort coordinó un proyecto europeo como parte de la red CoVetLab, colaborando con LRN de Suecia, Dinamarca, Países Bajos y Reino Unido. Después de 18 meses de investigación, se desarrolló un protocolo de cultivo específico y una prueba de PCR para aislar y confirmar la presencia de C. hepaticus.
Descubierta en Australia y Nueva Zelanda en 2014, C. hepaticus afecta principalmente a las gallinas ponedoras, provocando una reducción de la puesta de huevos y de la mortalidad, con síntomas característicos como manchas blancas en el hígado. Las pruebas de PCR desarrolladas inicialmente en Australia permitían detectar la bacteria, pero no determinar si estaba viva ni identificarla genéticamente, de ahí la necesidad de cultivarla.
El nuevo protocolo de aislamiento de C. hepaticus requiere ocho días de cultivo, frente a los cuatro de otras especies de Campylobacter. Este protocolo, comunicado a los laboratorios de análisis, permitirá comprender mejor la propagación de la bacteria en las granjas. Al aislar las cepas y caracterizar su perfil genético, los investigadores podrán rastrear el origen de la bacteria y determinar si sobrevive en el medio ambiente. Este conocimiento ayudará a recomendar medidas preventivas a los criadores. Aún no se conoce la prevalencia en Francia, pero es probable que aumente con el calentamiento global.
