Así, el 70% de las maternidades van acompañadas de un estado depresivo. Conocido como “baby blues”, este estado que se experimenta habitualmente durante la primera semana después del parto se convierte en una auténtica depresión perinatal para casi una de cada cinco madres.
Hasta el suicidio
Estos “descensos a los infiernos”, en un contexto de extremo cansancio físico y psicológico, suelen estar marcados por la obstinada ansiedad de no poder cuidar al propio hijo, no estar a la altura de la tarea. Estos trastornos son tanto más difíciles de soportar cuanto que la mayoría de las veces se afrontan en soledad, entre la culpa y la incomprensión.
A miles de kilómetros de la maternidad ideal e idealizada, los sentimientos de vergüenza y, en última instancia, desesperación pueden conducir al suicidio. “Es también la principal causa de mortalidad materna”, señala en esta secuencia la senadora por Meurthe-et-Moselle, Véronique Guillotin, médica de formación.
Un equipo móvil
Después de un desvío a Metz y luego a la Universidad de la Sorbona en París, el documental nos lleva a la unidad de psiquiatría perinatal de Bayona. Desde 2021 se ha reunido allí un equipo hospitalario especializado, de los cuales sólo hay una veintena en Francia. Prueba de que las necesidades asistenciales estaban y están ahí, su actividad se ha duplicado cada año desde su creación.
Un trabajo decisivo de identificación y seguimiento en todo el territorio lo lleva a cabo, en particular, un equipo móvil llamado Emoppsy, formado por una matrona y un psicomotriz. Esta intervención fuera del hospital, más cerca de las familias, “en el corazón mismo de los hogares”, se presenta costosa pero marca, según ellos, “la diferencia”.
Health