Con 25,6 dosis diarias definidas por cada 1.000 habitantes en 2023, la isla supera con creces la media nacional fijada en 20,9 y se sitúa por delante de regiones como Provenza-Alpes-Costa Azul (24,2 DDD) o Altos de Francia (22,8 DDJ). Ciertamente, se observa una caída con respecto a 2022, cuando la media diaria era de 27 dosis, pero las cifras publicadas por Public Health France el 6 de noviembre de 2024 demuestran que estos tratamientos siguen siendo demasiado frecuentes.
El peso de los desiertos médicos y las consultas exprés
¿Por qué Córcega consume tantos antibióticos? El Dr. David Martin, farmacéutico de la farmacia Alfonsi de Bastia-Toga, identifica varias razones: “La desertificación médica, el envejecimiento de los médicos y la reducción del tiempo de consulta explican en parte estas cifras. » analiza. Según él, esta situación conduce a diagnósticos que favorecen la prescripción sistemática de antibióticos. “La desertificación médica es un hecho. Los consultorios de los médicos generales están sobrecargados y, ante esta presión, los diagnósticos suelen extenderse al espectro más amplio de patologías. Esto es especialmente cierto en patologías como la angina, que en la mayoría de los casos es viral y no requiere tratamiento con antibióticos.explica el Dr. Martín.
El farmacéutico lamenta también que algunas herramientas modernas, como las pruebas rápidas de orientación diagnóstica (TROD), todavía no estén muy extendidas. “ Estas pruebas pueden indicar si el dolor de garganta es causado por un virus o una bacteria en tan solo unos minutos. Sin embargo, no todos los profesionales los utilizan. Una parte de la población médica que envejece a veces no está capacitada en estos avances”.se lamenta.
Resistencia a los antibióticos: una bomba de tiempo
Más allá de las cifras, lo preocupante es el impacto de este consumo excesivo. El mal uso de los antibióticos promueve la resistencia a los antibióticos, es decir la resistencia de las bacterias a los tratamientos. Un fenómeno preocupante que, según la Agencia Regional de Salud (ARS), podría convertirse en una de las principales causas de mortalidad en el mundo. “Cuanto más usamos antibióticos de manera inapropiada, más bacterias desarrollan resistencia. Esto reduce su eficacia y pone en peligro a toda la población”.alerta el Dr. Martín.
Las interrupciones del suministro se suman a este problema. “El consumo excesivo provoca escasez y, a veces, tiempos de reposición muy largos”. él especifica.
Cambiar prácticas
Para limitar estos excesos, los profesionales destacan la importancia de la educación y la prevención. “Como farmacéuticos, debemos desaconsejar la toma automática de antibióticos. Se debe explicar a cada paciente por qué estos tratamientos no siempre son necesarios. Esta es una labor educativa esencial. – insiste el doctor Martín. –Me gusta mucho repetir un eslogan: ‘¡Los antibióticos no son automáticos!’ »
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