LO ESENCIAL
- Los sonidos naturales, como el canto de los pájaros, pueden reducir la presión arterial, la frecuencia cardíaca y respiratoria y el estrés.
- Por el contrario, el ruido del tráfico tiene efectos negativos sobre la salud y el bienestar humanos.
- El estudio muestra que los sonidos creados por el hombre reducen los beneficios de los sonidos de la naturaleza y aumentan los niveles de estrés.
Estamos de acuerdo, hay algo mágico en escuchar el sonido de las olas o el viento entre las hojas de los árboles… Pero si suena una bocina o un chirrido de neumáticos, el momento se arruina. Un estudio británico revela que estos sonidos creados por el hombre también son malos para nuestra salud.
Publicado en la revista MÁS UNOmuestra que el ruido del tráfico puede enmascarar el impacto positivo de la naturaleza. Además, aumenta el estrés y la ansiedad.
El ruido del tráfico reduce los beneficios de la naturaleza
Para comprobar el impacto del ruido del tráfico en la salud humana, investigadores de la Universidad del Oeste de Inglaterra pidieron a 68 estudiantes que escucharan 3 minutos de sonido ambiental. El primero fueron sonidos de la naturaleza grabados durante un amanecer en West Sussex. El segundo fueron los sonidos de esta naturaleza británica mezclados con sonidos de vehículos que iban a 30 km/h. En la tercera banda sonora, el canto de los pájaros se mezcló con el sonido de los vehículos que circulaban a 60 km/h.
También se evaluaron el estado de ánimo general y la ansiedad de los participantes antes y después de las sesiones de escucha.
El análisis de datos muestra que escuchar un paisaje sonoro natural redujo los niveles de estrés y ansiedad autoinformados. Los sonidos de la naturaleza también mejoraron la recuperación del estado de ánimo después de un factor estresante. Por el contrario, estos beneficios fueron limitados cuando se incluyeron los sonidos del tráfico. El paisaje sonoro natural por sí solo se asoció con los niveles más bajos de estrés y ansiedad, y los niveles más altos se informaron después del paisaje sonoro que incluía tráfico de 60 km/h.
Zona urbana: reducir la velocidad para reducir
Para el equipo británico, más allá de las cuestiones de seguridad vial, reducir la velocidad del tráfico en las zonas urbanas podría ayudar a mejorar la salud y el bienestar de los residentes.
“Nuestro estudio muestra que escuchar paisajes sonoros naturales puede reducir el estrés y la ansiedad, y que los sonidos antropogénicos, como el ruido del tráfico, pueden enmascarar posibles impactos positivos. Reducir la velocidad del tráfico en las ciudades es, por lo tanto, un paso importante para que más personas experimenten los efectos positivos de la naturaleza. en su salud y bienestar”concluyen en su nota de prensa.
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