Antes del Día Mundial del SIDA, el 1 de diciembre, ONUSIDA ha publicado un informe crucial que pide a los líderes que integren los derechos humanos en su estrategia contra el SIDA.
A pesar de los notables avances, la agencia de la ONU advirtió que el mundo aún no está en camino de erradicar el sida como amenaza para la salud pública. Entre los 39,9 millones de personas que viven con el VIH, casi 9,3 millones todavía no tienen acceso a un tratamiento que les salve la vida. El año pasado, 630.000 personas murieron a causa de enfermedades relacionadas con el SIDA y se notificaron 1,3 millones de nuevas infecciones en todo el mundo. En 28 países, el número de nuevas infecciones sigue aumentando.
ONUSIDA destaca que es imperativo que todas las personas que necesitan tratamiento puedan acceder a él sin miedo. Los obstáculos a este acceso, vinculados a factores como la violencia de género, la discriminación o la falta de educación de las niñas, siguen siendo desafíos importantes. Cuando las personas enfrentan riesgos debido a su identidad, orientación sexual o afiliación comunitaria, el acceso a los servicios de salud, esenciales en la lucha contra el VIH, se convierte en una lucha por la supervivencia.
Para poner fin a la pandemia del SIDA, es imperativo que se protejan los derechos de todos. Proteger los derechos humanos de cada individuo no es sólo un imperativo moral, sino también una necesidad para garantizar que se preserve la salud de todos y que el fin del SIDA sea una realidad.
La ciencia sigue innovando en la lucha contra el sida, con importantes avances como los fármacos de acción prolongada, que sólo requieren unas pocas inyecciones al año. Estos tratamientos podrían representar un importante punto de inflexión en la gestión del VIH, pero su éxito dependerá de un enfoque basado en los derechos humanos. Es crucial que la tecnología se comparta equitativamente para bajar los precios y permitir la producción local en todas las regiones del mundo, especialmente en los países de bajos ingresos.
Derrotar al SIDA por todos los medios
El nuevo informe de ONUSIDA reúne las últimas investigaciones, estudios de casos y recomendaciones para guiar al mundo hacia el fin del sida. Incluye testimonios y ensayos de líderes mundiales influyentes, como Elton John, arzobispo de Ciudad del Cabo, Thabo Makgoba, el presidente irlandés Michael D. Higgins, Volker Türk (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos) y Adeeba Kamarulzaman, expresidente de la Internacional. Sociedad del SIDA. Estas contribuciones exigen un enfoque basado en los derechos para poner fin a la epidemia.
El informe ofrece una hoja de ruta clara y afirma que la clave para poner fin al SIDA reside en la protección de los derechos humanos. Este enfoque es esencial para garantizar el acceso a tratamientos y servicios de salud para todas las personas, independientemente de su situación socioeconómica o ubicación geográfica.
En 1986, no había tratamiento para el VIH y las personas que vivían con el virus no tenían forma de vivir una vida larga y saludable. Hoy en día, gracias a los avances médicos, una mujer VIH positiva que toma tratamiento antirretroviral no sólo puede vivir una vida larga y saludable, sino también dar a luz a un niño sano, sin transmitir el virus durante el embarazo o la lactancia.