un efecto protector de las amebas intestinales · Inserm, Ciencia para la salud

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Las amebas son microorganismos unicelulares considerados parásitos indeseables. Sin embargo, su presencia en los intestinos podría protegernos de la enfermedad del hígado graso, la famosa “enfermedad del hígado graso”. Así lo indica el último trabajo de un equipo del Centro de Investigación de la Inflamación de París, realizado en ratones. Por lo tanto, ¿podría la práctica desaparición de las amebas en el intestino de los occidentales desempeñar un papel en la explosión del número de personas afectadas por esta enfermedad hepática?

Adoptar una dieta rica en grasas y azúcares y, en términos más generales, un estilo de vida occidental, se asocia con un mayor riesgo de síndrome metabólico. Esto incluye el sobrepeso o la obesidad, la resistencia a la insulina que provoca diabetes, la dislipidemia o incluso la esteatosis hepática, una enfermedad que corresponde a una acumulación de grasa en el hígado, asociada a una inflamación del órgano hepático. Todos estos son trastornos que contribuyen a la aparición de enfermedades cardiovasculares y aumentan el riesgo de muerte. Pero si numerosos estudios describen la asociación entre la dieta occidental y el síndrome metabólico, otros factores también podrían contribuir al riesgo de desarrollar este síndrome. Jean-Pierre Hugot, investigador en un equipo Insermo del Centro de Investigación sobre la Inflamación de París, se interesó por el papel potencial de las amebas.

En peligro

Estos organismos unicelulares que colonizaron los intestinos humanos durante milenios prácticamente han desaparecido entre las personas que adoptaron un estilo de vida occidental. “ La composición de la microbiota intestinal del ser humano es muy variada, con bacterias, virus, hongos, pero también protozoos que son organismos unicelulares con núcleo, como las amebas. Estos últimos todavía se encuentran en cantidades importantes en los intestinos de individuos de poblaciones rurales, particularmente en África. Pero se han vuelto extremadamente raros para nosotros. Esto podría explicarse por cambios en la higiene, particularmente en el tratamiento del agua y de los productos alimenticios, ya que las amebas se adquieren principalmente mediante el consumo de productos contaminados. explica el investigador. Esta pérdida no conmueve a mucha gente porque las amebas tienen mala fama, siendo algunas responsables de la diarrea. Sin embargo, muchos de ellos son inofensivos. Y en términos de evolución, si las amebas llevan mucho tiempo colonizando nuestros intestinos es probablemente porque existe una cierta simbiosis entre ellas y nosotros. Entonces, ¿quizás con su desaparición perdamos una ventaja? », pregunta Jean-Pierre Hugot. Estas preguntas llevaron a su equipo a probar la hipótesis de un efecto beneficioso de la colonización intestinal por amebas. Utilizando un modelo de ratón, los científicos se centraron en el efecto de esta colonización en la aparición del síndrome metabólico.

Una causalidad por explicar

Los investigadores utilizaron ratones cuya microbiota intestinal inicialmente carecía de amebas. En la mitad de los animales se inoculó Entamoeba del ratónuna ameba que se encuentra en los intestinos de ratones que viven en la naturaleza. Luego, todos los animales fueron sometidos a una dieta rica en grasas al estilo occidental, luego los investigadores controlaron su salud y midieron varios parámetros biológicos que proporcionaron información sobre la composición de su flora intestinal y su salud cardiovascular.

El equipo demostró así que la presencia de amebas modifica la composición de la microbiota intestinal: un resultado que no sorprende, ya que los protozoos se alimentan de bacterias, fibras y residuos de alimentos. Pero en el contexto estudiado, esta modificación se asocia a un efecto beneficioso: “ Las amebas reequilibran la flora intestinal alterada por la dieta rica en grasas », señala Jean-Pierre Hugot. Y aunque durante este trabajo no se pudo observar nada significativo respecto al desarrollo de sobrepeso, dislipidemia o resistencia a la insulina, el equipo demostró una reducción del riesgo de esteatosis hepática asociada a la presencia de amebas. “ Esta asociación podría explicarse por un mejor control metabólico debido a la buena salud de la microbiota intestinal, o por una acción más directa de estos microorganismos. De hecho, producen una molécula llamada AMPc lo que parece beneficioso para el organismo. Por tanto, este estudio abre puertas para comprender el efecto de las amebas en el organismo de sus huéspedes y quizás descubrir nuevos mecanismos que nos protegerían de la enfermedad del hígado graso. », concluye el investigador. Una perspectiva reforzada por una reciente estudio epidemiológico quienes llegaron a conclusiones similares al observar el efecto de otros protozoos (Blastocisto humano) en humanos.


Jean-Pierre Hugot es investigador en el Centro de Investigación sobre la Inflamación (unidad 1149 Inserm/Université Paris-Cité), en París.


Fuente : M. Roy et coll. Entamoeba muris mitiga las consecuencias metabólicas de una dieta rica en grasas en ratones. Microbios intestinales13 de octubre de 2024; DOI: 10.1080/19490976.2024.2409210

Autor: A.R.

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