Cada año, más de tres millones de personas mueren a causa de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), una enfermedad no transmisible (ENT) que con demasiada frecuencia se descuida a pesar de que afecta a más de 380 millones de personas en todo el mundo.
La EPOC, la cuarta causa de muerte en todo el mundo, ha estado en gran medida ausente de las conversaciones sobre salud mundial, a pesar de sus devastadoras consecuencias para los pacientes y sus familias. Pero ya no podemos ignorarlo.
La EPOC es una afección pulmonar progresiva que dificulta la respiración y provoca síntomas como tos, sibilancias y dificultad para respirar. El tabaquismo y la contaminación del aire son los principales factores que causan la EPOC. Fumar daña las vías respiratorias y el tejido pulmonar, lo que provoca inflamación y reducción del flujo de aire. Asimismo, la exposición a contaminantes, como las emisiones de vehículos y los humos industriales, puede empeorar la función pulmonar con el tiempo. Vivir con esta afección puede resultar difícil para los pacientes, ya que afecta sus actividades diarias y su calidad de vida en general. Sin embargo, con un manejo adecuado y cambios en el estilo de vida, muchas personas pueden encontrar alivio y mejorar su salud pulmonar.
A pesar de la prevalencia de la EPOC, el acceso a una atención asequible sigue siendo limitado, especialmente en los países de ingresos bajos y medianos donde se produce el 85% de las muertes por esta enfermedad. Esto tiene que cambiar.
En la Organización Mundial de la Salud (OMS), alentamos la integración del diagnóstico y tratamiento de la EPOC en los sistemas de atención primaria de salud, lo cual es un paso crucial para revertir esta tendencia. Para muchas personas en todo el mundo, particularmente en los países más pobres, la atención primaria es su único punto de contacto con el sistema de salud. Cuando los gobiernos integran la lucha contra la EPOC en los sistemas de atención primaria de salud y los programas de cobertura sanitaria universal, podemos marcar una diferencia significativa en las vidas de millones de personas en todo el mundo.
Los países de todo el mundo reconocen cada vez más la carga de la EPOC y la incluyen en sus prioridades de salud nacionales.
En los Estados Unidos y Canadá, las directrices integrales y las iniciativas de salud pública tienen como objetivo mejorar el tratamiento de la EPOC y los resultados de los pacientes. El Reino Unido y España hacen hincapié en la detección temprana y la reducción de factores de riesgo como el tabaquismo. Mientras que India y Brasil, que enfrentan una alta carga de morbilidad, están integrando la EPOC en estrategias de salud pública más amplias, abordando factores ambientales y de estilo de vida.
La reciente decisión de China de incluir la EPOC en su programa nacional de servicios básicos de salud pública marca un importante compromiso político para atender a los pacientes con la enfermedad, incluidos casi 100 millones en China.
En determinadas regiones de África existe una conciencia cada vez mayor; de hecho, algunas regiones están empezando a incluir la EPOC en sus estrategias de salud pública. Sudáfrica está avanzando en materia de salud respiratoria, incluido el control de la EPOC, dentro de su marco de salud pública. Otros países están empezando a reconocer la importancia de la contaminación del aire y el tabaquismo como factores de riesgo.
Estos esfuerzos reflejan un compromiso global creciente para combatir la EPOC, mejorar la calidad de vida y reducir la carga causada por esta enfermedad prevalente. A medida que aumenta la conciencia, esperamos que más países incluyan la EPOC en sus estrategias nacionales de salud para reducir el impacto en las comunidades.
Los países disponen de otras herramientas políticas eficaces y paquetes técnicos basados en evidencia para prevenir el flagelo de esta afección. La implementación del paquete MPOWER recomendado por la OMS, particularmente a través de impuestos efectivos al tabaco y espacios libres de tabaco, podría prevenir más de 1 millón de muertes por EPOC cada año. El tratamiento de la EPOC también se considera la mejor opción, una serie de intervenciones que pueden ayudar a los países a alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible de reducir en un tercio la mortalidad prematura por ENT.
Dar prioridad a las estrategias de la OMS para proteger a las personas de la contaminación del aire también contribuirá en gran medida a mejorar la situación. La contaminación del aire es responsable de siete millones de muertes al año y agrava las enfermedades respiratorias. Implementar las recomendaciones de la OMS sobre el cumplimiento de estándares estrictos de calidad del aire, promover fuentes de energía limpia e invertir en transporte público y opciones de transporte activo como andar en bicicleta y caminar podría reducir significativamente la carga de la EPOC y crear entornos más saludables para todos.
Nuestro mensaje de hoy es claro: la EPOC necesita atención urgente, junto con otras ENT, y los líderes nacionales deben priorizar que la prevención y la atención de la EPOC sean accesibles para todos.
Actuemos ahora contra la EPOC. Al priorizar la lucha contra este asesino silencioso, podemos prolongar vidas, mejorar la calidad de vida y crear comunidades más saludables en todo el mundo. ¡Juntos podemos respirar mejor!
