El estrés es una respuesta de adaptación fisiológica del cuerpo que permite a los humanos reaccionar a su entorno cambiante. Originalmente esencial para mantener el equilibrio entre mente y cuerpo, puede llegar a ser incapacitante tanto física como psicológicamente. Entonces es necesario implementar métodos destinados a reducirlo.
Tome medidas diarias para estimular su sistema inmunológico
Sophie Ugolini, directora de investigación del Centro de Inmunología Luminy de Marsella
Ya en 1991, los investigadores descubrieron que una persona estresada tenía menos resistencia a las infecciones virales, pero los mecanismos implicados seguían sin estar claros. La directora de investigación en inmunología del Inserm, Sophie Ugolini, quería profundizar en el tema. “Los científicos han pensado durante mucho tiempo que el sistema inmunológico tiene una actividad autónoma. Me preguntaba si el sistema nervioso desempeñaba un papel en su regulación”, explica el inmunólogo.
Por ello, se interesó por los llamados receptores adrenérgicos beta2, específicos de las hormonas del estrés y presentes en las células inmunitarias. Para descubrir su papel, su equipo expuso a dos grupos de roedores a un virus. Resultado: en comparación con los ratones normales, la tasa de supervivencia fue mejor en los que carecían del famoso receptor (90%, frente a 50%).
La explicación: “En estos ratones, las células inmunes producen más citoquinas inflamatorias, moléculas que promueven la eliminación del virus”. Por lo tanto, en presencia de receptores beta2-adrenérgicos, las hormonas del estrés reducen este modo de defensa. El equipo, que publicó sus resultados en 2020 en el Journal of Experimental Medicine, continúa explorando los mecanismos de la neuroinmunología con vistas a perspectivas terapéuticas.
Cultivar el optimismo para fortalecer el corazón.
Jean-Pierre Houppe, cardiólogo, experto de la Federación Francesa de Cardiología
El vínculo entre el estrés y los problemas cardíacos ya no está en duda. En un estudio europeo publicado en 2012 en la revista británica la lancetalos investigadores han demostrado, por ejemplo, que las personas estresadas tienen un 23% más de riesgo de sufrir un ataque cardíaco que otras. Al activar la amígdala, una zona del cerebro emocional, el estrés desencadena una cascada de reacciones que favorecen la formación de placas en las arterias, causa de su obstrucción y, por tanto, de un infarto.
Desde hace varios años, el cardiólogo Jean-Pierre Houppe, experto de la Federación Francesa de Cardiología, ha ido más allá: ha destacado la importancia de los factores psicosociales (pesimismo, ansiedad, burnout, depresión, inseguridad, aislamiento, etc.) en las enfermedades. cardiovascular. “El estrés psicosocial es un importante factor de riesgo de infarto, el tercero detrás del tabaco y el colesterol. Y cada vez más entre las mujeres, de 35 a 40 años”, advierte este especialista, recientemente jubilado, que inventó el término “psicocardiología”.
en su libro El corazón de la felicidad (Dunod, 2019), este experto, también sofrólogo, aboga por una “prevención cardíaca holística”. Es decir, dejar de fumar, practicar actividad física, trabajar la respiración (meditación u otro)… y cultivar el optimismo.
Cuida tu microbiota para mantener la calma
Pierre-Marie Lledo, neurobiólogo del CNRS y del Instituto Pasteur
Desde que se descubrió la complejidad de la microbiota hace unos veinte años, los científicos han tratado de comprender su vínculo con el cerebro. En particular, comprobaron que las personas que padecían depresión, una enfermedad a menudo relacionada con el estrés, presentaban desequilibrios en este ámbito.
Trabajo realizado por investigadores del Institut Pasteur, Inserm y CNRS, publicado en 2020 en las revistas Informes celulares y Comunicación de la naturaleza nos permitió saber más. Los equipos, dirigidos por Pierre-Marie Lledo, jefe de la unidad de Percepción y Memoria del Instituto Pasteur, y Gérard Eberl, jefe de la unidad de Microambiente e Inmunidad (Institut Pasteur/Inserm), analizaron la microbiota intestinal de ratones sometidos a estrés crónico. y se deprimió, luego lo transfirió a un grupo de roedores comunes.
Resultado: se estresaron y deprimieron. “El estrés agotó la microbiota de las bacterias que producen un aminoácido precursor de la serotonina, la hormona de la felicidad”, explica Pierre-Marie Lledó. Asimismo, se redujo la presencia de otro tipo de lactobacilos, de los que depende la producción de cannabinoides endógenos (moléculas similares a las del cannabis), que también son causantes de la depresión. Un descubrimiento que demuestra cómo la microbiota intestinal contribuye al funcionamiento normal del cerebro.
Practica la meditación para regular tus emociones
Soizic Michelot, profesor de mindfulness
En 1979, el biólogo estadounidense Jon Kabat-Zinn creó la meditación secular. Desde entonces, su programa MBSR (acrónimo en inglés de “reducción del estrés mediante mindfulness”), cuya eficacia ha sido reconocida por numerosos estudios durante más de diez años, se ha distribuido en miles de hospitales, empresas y escuelas de todo el mundo.
Soizic Michelot, ex educador especializado, la enseña desde hace nueve años en París, en particular a estudiantes de medicina de la Universidad de París, en colaboración con la oncóloga Cloé Brami, que prepara una tesis sobre la meditación en el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias. “La práctica ayuda a regular el estrés y reducir las cavilaciones porque te enseña a vivir el presente y acoger las propias experiencias”, explica la joven, autora de Meditar a través del arte (ed. Albin Michel, 2021).
De hecho, los estudios de imagen muestran que actúa sobre áreas del cerebro involucradas en la atención y las emociones. Ante una situación estresante facilita la regulación de las emociones, implicando así la síntesis de hormonas del estrés. “La meditación va más allá de eso. Es un arte de estar presente ante uno mismo, ante los demás y ante el mundo”, insiste Soizic Michelot.
Aprenda a reconstruirse después del agotamiento
Sabine Bataille, socióloga del trabajo, coach y consultora
Después de ocho años de investigación con miles de personas en la Universidad París-Dauphine, este sociólogo del trabajo creó, en 2012, el método de “reconstrucción post-burnout”. Conocido como RPBO©️, es uno de los principales programas utilizados en Francia para ayudar a las víctimas –casi 100.000 en total, según la Academia de Medicina– a escapar de este proceso de agotamiento profesional, tanto físico como mental, que sobrevive después de un largo tiempo. fase de estrés.
Para desarrollarlo, Sabine Bataille, autora de Reconstruirse después del agotamiento (ed. Dunod, 2019), un modelo de vías resilientes con visión sistémica. “No es el individuo el que está enfermo, sino el ecosistema organizacional en el que se le pide que se adapte más allá de lo razonable”, analiza.
Resultado: su método, que se desarrolla en seis a diez sesiones, es el único que modela las etapas de reconstrucción, representadas en un gráfico con, horizontalmente, el eje del tiempo – desde parar hasta “poder actuar » – y, verticalmente, el eje que simboliza el espacio –desde la zona de la convalecencia hasta la del “yo”. Su modelo, premiado en 2012 por Anact (Agencia Nacional para la Mejora de las Condiciones de Trabajo), se difunde gracias a una red de 50 expertos de RPBO©️ que asesoran a las empresas y apoyan a las víctimas.
➤ Artículo publicado en el revista GEO HORS-SERIE CIENCIAS, Estrés, agotamiento, depresión, de diciembre de 2021 a enero de 2022
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