Uno de los grandes mitos que rodean la epidemia de sida es el del paciente cero, esta azafata de Quebec que introdujo el virus en Estados Unidos y fue la única responsable del mayor desastre sanitario del siglo XX. Pero, ¿cuál es la fuente de esta historia, quién la inventó y por qué? ¡La respuesta nos la revela una sorprendente historieta!
En 1981, Randy Shilts se unió a los San Francisco Chronicles como el primer reportero abiertamente gay de un periódico convencional y se enorgullecía de una ética profesional inquebrantable. Apenas asume el cargo, es contactado por un hombre que le revela que un cáncer parece estar propagándose entre la comunidad homosexual y que él mismo padece el síndrome de Kaposi (que el periodista inicialmente confunde con un desagradable Superman). El periodista se acerca a su cama, pero el joven ya está muerto y se enfrenta a los médicos que hacen todo lo posible para encubrir el asunto.
Una cosa llevó a la otra y supo que las víctimas habían contraído la enfermedad durante una relación sexual, pero todos sus intentos de alertar a la opinión pública encontraron una negativa categórica, tanto de la prensa genérica, que no me interesa un historia sobre los “queers”, sólo por parte de los medios gay que sólo lo ven como una mentira más destinada a estigmatizar a la comunidad LGBT y sus lugares de encuentro.
Durante su investigación, conoce a un científico que comparte con él los resultados de su investigación. Luego malinterpreta el significado de “paciente o” y cree que lee un cero cuando se trata de la letra “o” que significa “fuera de California”. La expresión simplemente designaba el origen de un conjunto de casos, es decir, los amantes del mismo hombre.
Los científicos tuvieron un golpe de suerte cuando se encontraron con un asistente de vuelo de Quebec, Gaétan Dugas, que anotaba cuidadosamente cada una de sus folladas en una pequeña libreta, lo que les permitió establecer la naturaleza sexual de la enfermedad. Al encontrarse sólo con la indiferencia, Randy se da cuenta de que Estados Unidos está fascinado sobre todo por los villanos y los asesinos en serie y decide crear una noticia falsa para llamar la atención del público.
Así nace el mito de una azafata que folla a diestro y siniestro, consciente de que porta una enfermedad mortal que contrajo durante una escala en Haití: el paciente cero. Como Haití se asociaba entonces con el comunismo, se crea así el villano perfecto, ya que combina tres chivos expiatorios elegidos por los lectores estadounidenses: negros, homosexuales y comunistas.
La intención del periodista era alertar a la opinión pública y el resultado superó sus expectativas ya que el SIDA rápidamente se consolidó en la conciencia popular. El efecto perverso es que, sin embargo, ha transformado a una azafata inocente en un asesino con intenciones perversas, además de demonizar el sida en el imaginario colectivo asociándolo al libertinaje, la malevolencia y la inhumanidad.
La tira cómica de Clément Xavier y Héloïse Chochoix describe elocuentemente una era agitada por las luchas de las comunidades LGBTQ, a veces dentro de sus propias filas, para salir de las sombras y el estigma. También incluye algunas historias paralelas que agregan contexto histórico, incluido por qué San Francisco es el hogar de una comunidad gay tan grande (sorpresa, el ejército es responsable) y cómo surgieron las saunas modernas. También combina hábilmente elementos que no siempre combinan bien: investigación periodística, contexto histórico y relato personal. De muchas páginas se desprende una sensibilidad muy tangible y terminamos de leerla con la garganta apretada de emoción.
INFORMACIÓN | Randy Shilts y las fake news del paciente cero / Clément Xavier y Chochoix. París: Glénat, 2024, 160 p.