Una mujer diabética vuelve a producir insulina gracias a un trasplante de células madre.

Una mujer diabética vuelve a producir insulina gracias a un trasplante de células madre.
Una mujer diabética vuelve a producir insulina gracias a un trasplante de células madre.
-

Una primicia mundial que ofrece la esperanza de una cura a las personas que padecen diabetes tipo 1. A una residente de Tianjin, China, le trasplantaron en su abdomen células extraídas de su propio cuerpo “reprogramadas”. Una hazaña porque, un año después, vuelve a producir insulina, revela un estudio publicado en la revista científica “Cell” el 25 de septiembre.

La diabetes tipo 1 es una enfermedad crónica caracterizada por un exceso de azúcar en la sangre. El páncreas no produce suficiente insulina, que tiene un papel regulador, el azúcar se acumula y los niveles de azúcar en sangre aumentan excesivamente. A largo plazo, la enfermedad “provoca daños, especialmente en los pequeños vasos sanguíneos de la piel, ojos, riñones, etc.”, especifica Vidal.

El páncreas no puede producir suficiente insulina porque las células del sistema inmunológico atacan a las células de los islotes, que son responsables de producir insulina en el páncreas. Como parte de su tratamiento, la mujer china de 25 años recibió células madre de su propio cuerpo mediante una técnica de reprogramación celular algo modificada.

En junio de 2023, recibió el equivalente a 1,5 millones de islotes de Langerhans en los músculos abdominales. Un lugar que permitió controlar las células mediante “resonancia magnética y, en su caso, eliminarlas”, precisan los investigadores.

Tres meses después, la paciente volvió a secretar insulina y así sigue siendo un año después. “Ahora puedo comer azúcar”, dijo a la revista Nature la joven, que desea permanecer en el anonimato.

El trasplante de islotes no es nuevo pero, según los investigadores, no hay suficientes donantes para satisfacer la creciente demanda. Sólo en Francia, más de 4,3 millones de personas recibieron tratamiento por diabetes en 2022, frente a 3,5 millones en 2015.

La otra ventaja del autoinjerto podría ser evitar los fármacos inmunosupresores, evitando que el organismo rechace el tejido del donante. La hipótesis no se pudo verificar en este caso, ya que el paciente ya estaba recibiendo este tipo de tratamiento por un trasplante de hígado previo.

“Los resultados son prometedores, pero es necesario reproducirlos en más personas”, afirmó Jay Skyler, endocrinólogo de la Universidad de Miami en Florida. Próximamente se presentarán los resultados de otros dos pacientes calificados como “positivos”.

-

PREV tres casos de meningitis notificados en Grenoble
NEXT un nuevo actor local en la prestación de servicios sanitarios