Actualmente la dieta más adecuada para combatir la colopatía funcional es una dieta baja en FODMAPs, azúcares de difícil digestión y que provocan dolor y malestar en las personas que la padecen. Esta dieta puede tener un efecto colateral como lo ilustra el caso de este paciente de 57 años que sufre una migraña severa desde hace varios años. Esto ilustra la complejidad de las relaciones cerebro-intestino.
Sociedades científicas como NICE (Instituto Nacional para la Excelencia en Salud y Atención) recomiendan una dieta baja en FODMAP en pacientes que presentan síntomas persistentes de colopatía funcional a pesar de la adopción de hábitos alimentarios saludables. Este acrónimo FODMAP (Oligosacáridos fermentables Disacáridos Monosacáridos y polioles) designa los llamados azúcares fermentables que se absorben mal en el intestino, donde fermentarán bajo la acción de las bacterias, provocando síntomas digestivos. Los estudios muestran que casi el 70% de los pacientes responden a esta dieta. En el caso clínico presentado, la dieta FODMAP mejora tanto los síntomas de la colopatía funcional como la migraña asociada.
Dos pájaros con una piedra
Este paciente de 57 años presenta un síndrome de colopatía funcional que no mejora con medidas dietéticas de primera línea. La gravedad de los síntomas tiene una calificación de 9/10. Al ser interrogado, este paciente informó un estado de migraña grave con 80 días de migraña de 90, una puntuación de dolor de 8/10, una puntuación MIDAS (Evaluación de discapacidad por migraña) de 33 y una puntuación HIT-6 (Prueba de impacto del dolor de cabeza-6) de 64, lo que indica una discapacidad funcional grave. Primero se le ofrece una dieta baja en FODMAP de acuerdo con las recomendaciones. En la semana siguiente a su aplicación los síntomas de la colopatía funcional mejoran y las migrañas comienzan a disminuir tanto en frecuencia como en intensidad. Después de 5 semanas, la mejoría continuó con la gravedad de la colopatía funcional pasando de 9/10 a 3/10 asociada con una reducción significativa de las migrañas con dolor que pasó de 8/10 a 1/10. El nivel de discapacidad funcional también mejora, pasando de grave a mínimo según las puntuaciones MIDAS y HIT-6 y Impresión global de cambio del paciente con SII.
Un paciente satisfecho, médicos perplejos
Este es el primer caso clínico publicado que reporta una mejora espectacular e inesperada en una patología intestinal y una patología cerebral asociada. Ilustra perfectamente la complejidad de la relación cerebro-intestino. Varios estudios ya han sugerido en el pasado un vínculo entre la migraña y la colopatía funcional al invocar mecanismos fisiopatológicos comunes que involucran inflamación y disfunción del sistema nervioso entérico. Un estudio reciente (Welander, Comportamiento cerebral 2021) analizó datos de cerca de 500.000 pacientes incluidos en la base de datos del Biobanco para llegar a la conclusión de que los pacientes con colopatía funcional tenían 2,24 veces más probabilidades de sufrir migrañas que los sujetos control. Para los autores, la explicación está en los bajos niveles de serotonina en la migraña y también en la colopatía funcional, lo que explica por qué los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina pueden constituir un método eficaz de tratamiento de la colopatía funcional. En cualquier caso, por el momento se trata sólo de una asociación entre dos entidades clínicas, lo que no justifica sin embargo un seguimiento reforzado de los pacientes que padecen migrañas. Se necesitan ensayos clínicos aleatorios más grandes para considerar el posible tratamiento de un paciente con migraña con una dieta FODMAP.
Este artículo fue publicado originalmente en MediQuality.net.
