Alzheimer: cuando un conductor neuronal pierde el ritmo – Facultad de Ciencias e Ingeniería

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Un estudio publicado en la revista científica eLife por un equipo de investigación de la Universidad Laval sugiere que una familia de neuronas que actúa como conductora de la actividad neuronal en una región del cerebro asociada a la memoria podría desempeñar un papel importante en las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer. Este estudio muestra que la tasa de activación de estas neuronas disminuye hasta un 50% incluso antes de que se produzcan las primeras manifestaciones conductuales del Alzheimer en un modelo animal de la enfermedad.

Para demostrarlo, el equipo de investigación estudió unas neuronas llamadas interneuronas específicas de tipo 3 (I-S3) en el hipocampo, una región del cerebro que se asocia con la memoria y la orientación espacial, y que se ve afectada desde las primeras fases del Alzheimer. “Aproximadamente el 90% de las neuronas de esta región son células piramidales que codifican información. Su actividad está gobernada por interneuronas que a su vez están controladas por células I-S3. Estos últimos actúan, por tanto, como conductores de las redes neuronales”, explica la responsable del estudio, Lisa Topolnik, profesora del Departamento de Bioquímica, Microbiología y Bioinformática e investigadora del Centro de Investigación de la Universidad CHU de Québec-Laval.

Para estudiar el papel de las células I-S3 en el Alzheimer, el equipo de investigación cruzó ratones transgénicos que expresan las principales manifestaciones del Alzheimer con ratones transgénicos que producen proteína verde fluorescente en sus células I-S3. “Esto nos permite localizar las células I-S3 en el cerebro y estudiar su morfología y fisiología a medida que los ratones envejecen y progresa la enfermedad de Alzheimer”, explica el profesor Topolnik.

Las observaciones realizadas en estos ratones cuando tenían entre 90 y 260 días de edad revelaron que la abundancia y morfología de sus células I-S3 se mantenían sin cambios. “Por otro lado, la tasa de descarga de estas interneuronas reguladoras se redujo entre un 30% y un 50%”, subraya el investigador. Por tanto, el mal funcionamiento de estas células podría provocar un desequilibrio en las redes neuronales, lo que podría tener repercusiones en la memoria.

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