Aquí tienes la mejor técnica para dormir a tu hijo, según un estudio

Aquí tienes la mejor técnica para dormir a tu hijo, según un estudio
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Hacer que los niños duerman puede ser un desafío para muchos padres, pero una nueva investigación puede ayudarlo a encontrar las mejores prácticas para ayudar a los pequeños a alcanzar el país de los sueños.

Los principales factores que influyen en el sueño de su hijo

El temperamento de un niño, definido como la forma en que maneja sus emociones y comportamientos en respuesta al mundo que lo rodea, juega un papel vital en su bienestar físico y mental. Los investigadores han identificado tres factores principales del temperamento: urgencia, negatividad emocional y control esforzado.

De acuerdo a un estudio, las técnicas utilizadas por los padres para dormir a sus hijos pueden influir en el temperamento de sus hijos. El estudio internacional agrupó a participantes de 14 países diferentes y les pidió que completaran cuestionarios sobre el comportamiento y las actividades diarias de sus niños pequeños, así como sus técnicas preferidas para promover el sueño.

Las investigaciones encontraron que los niños que se dormían mediante métodos activos como caminar o jugar tenían una mayor negatividad emocional. Estos niños tenían más probabilidades de tener un temperamento difícil o enojado.

Abrazos y lectura: las técnicas suaves siguen siendo las más eficaces para dormir al niño

Según los investigadores del estudio de la Universidad Estatal de Washington, los métodos suaves como abrazar y leer no sólo son eficaces para ayudar a los niños a conciliar el sueño, sino que también se asocian con un estado de ánimo más positivo en los niños a medida que crecen.

Los resultados del estudio muestran que los métodos pasivos como leer o cantar antes de acostarse aumentan la sociabilidad en los niños pequeños. Además, estos niños exhiben una menor negatividad emocional y, por lo tanto, son menos propensos a sufrir angustia y reacciones exageradas.

Por lo tanto, a la inversa, los niños que se quedan dormidos mediante estrategias activas como caminar o jugar tienen más probabilidades de exhibir una negatividad emocional elevada. Estos niños también son más propensos a tener un temperamento difícil.

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