En Charente-Maritime, la lucha por el puesto de apertura parece un juego interminable de pulseadas. A mitad de temporada, el Stade Rochelais sigue buscando a su “jefe” en la posición clave, donde sus rivales han encontrado hombres providenciales. Entre Antoine Hastoy, Ihaia West y Hugo Reus, ninguno parece consolidarse a largo plazo, y Ronan O’Gara no duda en dar una patada al hormiguero.
La silla maldita del número 10
El caso Hastoy es preocupante. Después de tres partidos fuera de las listas, el apertura internacional, indiscutible desde su llegada en 2022, ve su situación en entredicho. « Es una verdadera elección del personal. ¿Y si esperamos más de él? Exactamente. Y él lo sabe», explicó Romain Carmignani, diputado de Ronan O’Gara, sin intentar ahogar los peces en las columnas de Rugbyrama.
El técnico irlandés, fiel a su estilo incisivo, lo recordó recientemente en BeIN Sports: « El número 10 está disponible para alguien que quiera mostrar su clase y responsabilidad con el equipo. Lo más importante para un 10 grande es la mente. »
West, ¿el hombre del momento?
Aprovechando la baja de Hastoy, Ihaia West tomó las riendas en los dos partidos europeos ante Bath y Bristol. Los maoríes, a menudo subestimados, mostraron una coherencia prometedora. Su doblete en Deflandre y su éxito contra los polacos (87% esta temporada) son argumentos de peso. Su magnífico pase con el pie para el try de Nowell es el símbolo del éxito actual del apertura de 32 años.
A pesar de todo, Ronan O’Gara se mantiene cauteloso: “No se puede tener un buen partido y luego un mal partido. El objetivo es ser constante y prepararse bien cada semana. » Una regularidad que West tendrá que demostrar en cada salida para poder mantener su condición de titular.
La sombra de un joven prodigio
Mientras tanto, el joven prospecto Hugo Reus sólo ha jugado 25 minutos desde octubre. No obstante, Ronan O’Gara podría relanzarlo para prepararse para el futuro. En cuanto a Hastoy, lleno de orgullo, tiene todo que demostrar después de una exitosa gira argentina con los Bleus.
¿Y si ninguno de los tres logra ganar? El nombre de Diego Jurd, de sólo 18 años, comienza a susurrarse en los pasillos de Deflandre. Durante la preparación del verano, este talento en bruto dejó su huella y algunos sueñan con verlo alcanzar la categoría.
El rompecabezas de O’Gara
“Todos los jugadores de este equipo quieren ser titulares. Todos tenemos las mismas ganas de ser el número 1, pero trabajamos bien juntos”confía a Ihaia West suroeste. Pero para Ronan O’Gara, gestionar este trío sigue siendo un desafío: “Es muy difícil para mí gestionar los acomodadores”. dijo el irlandés al Midi Olympique.
Una cosa es segura: en La Rochelle, la silla 10 sigue siendo uno de los asientos más codiciados… y el más incómodo.